plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Celan-Leibniz

[..]Ahí estás, una piedra, que
te tiene como se tiene.[...]


Paul CELAN (Rumania,1.920-París,1970)


8.-PARA DISTINGUIR LAS ACCIONES DE DIOS Y DE LAS CRIATURAS, SE EXPLICA EN QUÉ CONSISTE LA NOCIÓN DE SUSTANCIA INDIVIDUAL-del Discurso de Metafísica,G.W.Leibniz-

Es bastante difícil distinguir las acciones de Dios de las de las criaturas, pues hay quienes creen que Dios lo hace todo; otros imaginan que no hace más que conservar la fuerza que ha dado a las criaturas: lo que sigue hará ver en qué medida se puede decir una cosa u otra. Puesto que las acciones y pasiones pertenecen propiamente a las sustancias individuales (actiones sunt suppositorum), sería necesario explicar lo que es tal sustancia. Es muy cierto que cuando se atribuyen diversos predicados a un mismo sujeto, y este sujeto no se atribuye a ningún otro se lo llama sustancia individual; pero esto no basta, y tal explicación es sólo nominal. Hay que considerar, pues, qué significa ser atribuído verdaderamente a cierto sujeto. Ahora bien, consta que toda predicación verdadera tiene algún fundamento en la naturaleza de las cosas, y cuando una proposición no es idéntica, es decir cuando el predicado no está comprendido expresamente en el sujeto, tiene que estar comprendido en él virtualmente, y esto es lo que los filósofos llaman in-esse, diciendo que el predicado está en el sujeto. Así es menester que el término del sujeto encierre siempre el del predicado, se suerte que el que entendiera perfectametne la noción del sujeto juzgaría también que el predicado le pertenece. Siendo esto asi, podemos decir que la naturaleza de una sustancia individual o de un ente completo es tener una nocíón tan cumplida que sea suficiente para comprender y hacer deducir de ella todos los predicados del sujeto a quien esa noción se atribuye. En cambio, el accidente es un ente cuya noción no encierra todo lo que se puede atribuir al sujeto a quien se atribuye esa noción. Así la cualidad de rey que pertenece a Alejandro Magno, haciendo abstracción del sujeto, no está bastante determinada a un individuo y no encierra las demás cualidades del mismo sujeto ni todo lo que la noción de
este príncipe comprende; mientras que Dios, al ver la noción individual o hecceidad de Alejandro, ve en ella al mismo tiempo el fundamento y la razón de todos los predicados que se pueden decir de él verdaderamente, como, por ejemplo, que vencería a Darío y a Poro, hasta conocer en ella a priori (y no por experiencia) si murió de muerte natural o envenenado, lo que nosotros sólo podemos saber por la historia. Y cuando se considera bien la conexión de las cosas, se puede decir que hay en todo tiempo en el alma de Alejandro restos de todo lo que le ha acontecido y las señales de todo lo que le acontecerá, e incluso huellas de todo lo que pasa en el universo, aunque sólo pertenezca a Dios el reconocerlas todas.

del Discurso de Metafísica (c.1684), no fue publicado en vida de su autor, Gottfried W.LEIBNIZ(Leipzig 1646-Hannover 1716), que descubrió también el cálculo infinitesimal-:Versión y comentarios de Julián Marías,publicado en Revista de Occidente, Madrid 1942

viernes, 11 de diciembre de 2009

Pasto vero-C.Blázquez

Abro soles Osiris

se ha vuelto constelación mi dedo índice
de puertas adentro no hay ya cuerpo
de puertas afuera
el tiempo organizado en elementos
disueltos en la sangre:
co-ordenación del atlas
las pisadas del dios
en el suelo del ábaton

Dulce de ti anhelo
la victoria coartada
del significado móvil
clavado y desclavado
que inspira y expira
desde el infinitivo colmo
al ingente y transitivo
pasto vero: verbero
¿Soportaría mi propósito de onda
un papiro en blanco?
¿Cómo se nace en otros mundos
o es éste el mundo en donde se nace
a donde se viene a nacer
donde se viene a habituar
para habitar?

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C.Blázquez (de Las paredes hablan)

miércoles, 9 de diciembre de 2009

de Poeta en Nueva York-F.GARCÍA LORCA-Dibujos

[..]
Diana es dura,
pero a veces tiene los pechos nublados.
Puede la piedra blanca latir en la sangre del ciervo
y el ciervo puede soñar por los ojos de un caballo.

Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias.
Abrieron los toneles y los armarios.
Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.
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de Fábula y rueda de los tres amigos-en POETA EN NUEVA YORK-Federico GARCIA LORCA


Autorretrato-

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Scandicus flexus-C.Blázquez

La pared vacía
El clavo desnuda
la pared vacía
si la sombra

desnuda si la sangre
un ¿solo? clavo
medianoche si las rejas
en la pared ¿vacía?

Armas toman
desnudo en la desnuda
cónclave de la vacía
secretos como superficies*

aguardan si los miras
fingen tentación de lo benévolo
pasa tu mano ardiendo
dáles aire con tu mano ardiendo

..................................
*en El yunque de las fuerzas-Antonin ARTAUD-
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C.Blázquez-(de Las paredes hablan)

viernes, 20 de noviembre de 2009

Elea-C.Blázquez//La flecha de Zenón-MAGRITTE


La flecha de Zenón,(1964)-R.MAGRITTE



He comido margaritas con los cerdos
Oro y blanco en las rosas

¡Ah! sus hocicos en flor
De amor en flor nuestra lengua.

Amanece en las fauces cordillera
Cabezas desde atrás
inexplicables
inocentes

Escupe nómada boca
ahí tu diezmo en mordiscos
de la nuca al medio cráneo
crujido en Ascra
senda del trépano

¡Espérame, esperádme!
a mí que puedo matarme
Se insinúan apenas
las quejas de lo posible
en la magnitud del claustro
Afirmo que hay una puerta
individual
que abre un roce transmitido

Mira cómo quedó
algo distinto al impacto de la estrella

De lejos parece caricia
pero ya no soy animal en ciernes
Se me ha incrustado la paz
de la palabra pez

Pude llegar a Elea
porque ahí quise caer

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*Elea, ciudad en la que nacieron Parménides y su discípulo Zenón.
**Ascra, ciudad natal del poeta Hesiodo

C.Blázquez-(de Archeo-tipos secretos)
publicado en Factor Serpiente el 29 de septiembre 2007

lunes, 16 de noviembre de 2009

Príncipe-Patricia DAMIANO

un hacha si me atavío como
Atenea

(parricidio a contraluz
tu Egeo, padre)

y la soga
si elijo trenzarme
cabello
para
la horca

de todo príncipe
del pensamiento


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Publicado el 13 de noviembre 2009
http://calamocurrent.blogspot.com/2009/11/principe.html

viernes, 13 de noviembre de 2009

El despertar de la personalidad en la lírica griega arcaica-Bruno SNELL

.El despertar de la personalidad en la lírica griega arcaica-de El descubrimiento del espíritu(1946)-Bruno SNELL(1896-1987)-

Damos por supuesto que en la literatura occidental coexisten diversos géneros literarios: épica, lírica y drama. Pero entre los griegos, que los crearon convirtiéndolos en formas de la gran poesía y contribuyeron, directa o indirectamente, a desarrollarlos entre los pueblos europeos, no coexistieron, sino que florecieron uno tras otro: cuando se apagó la voz de la epopeya, se levantó la de la lírica, y cuando la lírica tocó a su fin, surgió el drama. En su país de origen, estos géneros fueron, pues, producto y expresión de una determinada situación histórica. El estilo propiamente épico, que concibe la vida como una cadena de acontecimientos, no es en Homero una estilización buscada, como si, entre todas las otras posibilidades de comprender la existencia humana, él hubiera elegido ésta conscientemente porque le parecía la más apropiada para la epopeya, como pensaba Lessing, que atribuía al sentido artístico de Homero el hecho de
haber sabido evitar la descripción de "estados" y transformarlo todo en narración de acontecimientos. Esta particularidad depende más bien de la manera como Homero ve e interpreta al hombre, la vida y el mundo: las acciones y los sentimientos del hombre vienen determinados por las fuerzas divinas que operan en el mundo, son reacciones de órganos corporales a acciones sentidas como algo personal; los estados son el resultado de efectos y el origen de nuevos efectos.
El origen de la epopeya griega se remonta a la noche de los tiempos prehistóricos: la obra más antigua que conocemos es también la cumbre de la épica griega, es la obra atribuida a Homero, la Ilíada y la Odisea. En cambio, la lírica nos permite plantear una cuestión histórica: la de cómo se distingue de la poesía precedente, la épica, y qué nuevo espíritu se expresa en ella. La diferencia más notable entre la antigua épica y lospoetas líricos que la reemplazan consiste en que en la lírica los poetas aparecen por primera vez como individualidades. ¡Qué incierto es, por el contrario, el nombre de Homero! Los líricos dan sus nombres, hablan de sí mismos, se dan a conocer como individuos particulares.
En la época de la lírica aparecen por primera vez en el escenario de la historia europea personalidades bien definidas que representan los más diversos papeles. Prohombres de partido, legisladores y tiranos, pensadores religiosos y luego también filosóficos, escultores que graban sus nombres en sus obras, todos rompen el anonimato de los primeros tiempos y de Oriente. La importancia espiritual de este proceso se hace más evidente en la literatura que ne todos los demás campos, en particular en la lírica, porque lo nuevo se expresa en la palabra y a través de la palabra se revela de forma explícita el mundo del espíritu.
La lírica griega (tanto la destinada al canto coral como la compuesta para la declamación individual) se basa en dos condiciones previas: en primer lugar, depende de formas populares preliterarias que han existido siempre y en todas las culturas junto con los cantos que acompañan la danza, el culto religioso, el trabajo, etc. y que en determinadas situaciones ayudan a la vida en común de los hombres. Pero luego se hace sentir entre los primitivos líricos griegos -y decisivos- la poesía épica, sobre todo la de Homero; sólo gracias a ella la poesía lírica va más allá de la poesía de circunstancia o funcional, aun cuando siga vinculada en gran medida a determinadas ocasiones concretas.
La mayor parte de la poesía lírica griega primitiva que nos ha llegado consiste en poesía solemne compuesta en honor de dioses o de hombres. Su misión es realzar el momento presente por encima del Hic et nunc, conferir perennidad al instante de alegría. Los dos medios fundamentales para conseguirlo (si prescindimos de la forma estricta, métrica, que contribuye justamente a consolidar el momento) son el mito y la máxima. El mito, sobre todo el que ha sido purificado por la poesía épica, confronta el acontecimiento terrenal con una contrfigura divina o heroica, dando así sentido y valor a un hecho contingente. La máxima relaciona los particular con lo general, a menudo de forma de exhortación o enseñanza, dirigiendo así la atención, de modo racional, hacia lo permanente, hacia la verdad. A esta poesía solemne pertenece casi toda la lírica coral que va desde finales del s.VI hasta la mitad del V, desde Alcmán hasta Baquílides y Píndaro,el más grande de todos, pasando por Estesícoro, Íbico y Semónides.
Estas cantatas y estos himnos de alabanza, que son la auténtica "gran" poesía lírica de los griegos, dieron forma, para los griegos y sus sucesores, a un elevado estilo poético: si bien es verdad que la tragedia se desarrolló a partir de ella y, por lo tanto, toda la sublime poesía patética de Occidente, también lo es que llevó a Klopstock, al joven Goethe, a Hölderlin y a Rilke a la poesía hímnica. A diferencia de la epopeya, esta poesía considera el presente digno de celebración. Las hazañas del pasado no cautivan por ellas mismas, sino que sirven para enaltecer el presente, cantar el placer que los griegos arcaicos hallaban en todo lo que es variopinto, vivo y actual.
La tensión manifiesta entre el mito y el presente, entre lo que tiene valor permanente y la realidad cotidiana, entre la aspiración a realizar algo y la posibilidad de conseguirlo, se hace más patente en el transcurso de una evolución de dos siglos, pero el presente sigue siendo el espacio temporal de esta lírica, aunque con una nueva reflexión sobre lo intemporal.
Junto a los cantos e himnos laudatorios se encuentra, a lo largo de estos mismos dos siglos, otra forma de poesía lírica no menos importante, nacida un poco antes y extinguida también un poco antes, y que se parece más a lo que entendemos por "lírica" por la simple razón de que los poetas tratan en ella temas personales. Sin embargo, para los griegos este género no constituía una unidad. Para ellos la lírica era sólo poesía cantada: la coral, de la que acabamos de hablar, y el canto monódico, recitado por un solo individuo, como el de Safo, Alceo o Anacreonte. Es verdad que muchos de estos poemas monódicos son también panegíricos o himnos en honor de dioses o de hombres(como por ejemplo los epitalamiso de Safo), pero lo que tienen de nuevo, en comparación con los poemas corales, es que, además de la intención laudatoria, los poetas hablan de sí mismos. Algo parecido encontramos en los versos que los griegos no relacionaban con la
lírica, porque no los cantaban acompañados de la lira, pero que se corresponden más o menos con nuestra idea de la lírica, esto es, los que recitaban acompañados de la flauta, yambos y dísticos, y cuya invención la antigua tradición atribuía a Arquíloco. Para mostrar lo que en la "lírica personal" (si se nos permite utlizar este término un tanto vago) los poetas consideraban como parte de su personalidad, por qué hablaban de sí mismos y cómo tomaban conciencia de la propia individualidad, he escogido a tres poetas: ARQUÍLOCO, el poeta de los "versos hablados", que vivió en la primera mitad del siglo VII, y los dos líricos monódicos, SAFO y ANACREONTE (Safo vivió alrededor del 600, y Anacreonte hasta aproximadamente el año 500 a.C.)
Nuestras preguntas van dirigidas, pues, a tres caracteres y temperamentos muy diferentes, y el tiempo que transcurre entre los poemas más antiguos y los más recientes de los que nos ocuparemos es de unos doscientos años, es decir casi toda la época en que floreció la lírica griega arcaica.
Así podrá aparecer claramente lo que estos poemas tienen en común, pero también lo que tienen de personal. Veremos también que dichos poetas (como los líricos corales)vuelven del pasado al presente para buscar lo intemporal.
Nos movemos en un terreno lleno de tristes ruinas. Los pocos poemas de Arquíloco, Safo y Anacreonte que se han coservado completos y las citas, en su mayoría breves, de escritores posteriores no dan respuesta a nuestra pregunta sobre la contribución histórica de los primitivos líricos griegos, aunque nos conformemos con lo mínimo. Sin embargo, esperamos que lo que en cada momento se revela como nuevo y específico acabe por constituir una imagen uniforme. El camino de los lìricos va en cierta dirección y lo que al principio parece una variación de una misma idea, una interpretación personal de un motivo tradicional, se inscribe en un proceso histórico más vasto.

En la Odisea Arquíloco leía el verso (14,228):

Un hombre se deleita en unas cosas, y otro en otras

que él retoma con estas palabras (41):

Cada uno conforta su corazón con cosas distintas.

La idea de que los hombres reaccionan de modo diferente no está expresada todavía con tanta claridad en la Ilíada. Así pues, en la Odisea se ha desarrollado un conocimiento más sutil de las diferencias entre los hombres que Arquíloco hace suyo y que se convierte en un saber fundamental de la época arcaica: Solón expone con detalle cómo los caminos de la vida son diferentes y sobre todo Píndaro repite esta idea con múltiples variantes (por ej. Pítica 10.60). También se agudiza la percepción de las vicisitudes que experimenta el individuo con el paso del tiempo. En la Odisea Arquíloco encontró( 18, 136 y ss):

Así es el pasar de los humanos en la tierra,
tal como cada día los trae y lleva el padre de hombres y dioses
.

A tenor de lo cual dirige a su hermano Glauco los versos siguientes(68):

Tiene el hombre mortal, Glauco, hijo de Leptines,
los ánimos según se le presente el día,
e ideas con arreglo a aquello en que trabaja.


Arquíloco toma de la Odisea precisamente estas dos formulaciones generales que acentúan la inestabilidad a la que está expuesto el hombre por el estímulo y la presión que ejercen en él las cosas: con tal intensidad percibe Arquíloco la vulnerabilidad del ser humano. Otros versos confirman esta impresión. En realidad no se trata de nada nuevo, pero la diferencia de punto de vista enseña a comprender con más claridad las peculiaridades del propio yo, y en este sentido sí se puede hablar de algo nuevo en el mundo.
Que el hombre contrapone su opinión a la de los demás lo leemos ya en un poema de Safo encontrado en un papiro de Egipto en bastante mal estado. Una vez restaurado, dice poco más o menos:

Dicen que es una hueste de jinetes
o una escuadra de infantes o una flota de navíos
lo más bello en la tierra; mas yo digo
que es la persona amada.

Y es muy fácil hacer que entienda eso
cualquiera, cuando Helena, que era hermosa,
más que ningún humano,
abandonó a su honorable esposo

y a Troya escapó, cruzando el mar
y nunca de su hija se acordó
ni de sus padres, y es que de su grado,
la hizo errar camino la diosa Cipria.

...y eso ahora me recuerda
a mi Anactoria ausente.
Preferiría ver su andar amable
y el brillo chispeante de su cara
que un tren de carros lidios o una hueste
de infantes con sus armas.


Al principio y al final del poema Safo se sirve de la praeteritio o priamel, una forma popular de destacar una cosa y dar la propia opinión frente a lo que los demás tienen por bello. Modifica así el himno laudatorio, el panegírico convencional de una sociedad apegada a la tradición. A la suntuosidad, al esplendor que todos admiran, a los desfiles de jinetes, infantes y flotas, opone algo simple: el porte grácil y el rostro radiante de Anactoria, la bien amada. "Lo más bello es lo que uno ama". En esta frase, Safo convierte el brillo exterior en algo extraño, oriental, y le opone el sentimiento interior. Mientras que la fórmula de Homero y Arquíloco, "un hombre se deleita en unas cosas y otro en otras", admitía la coexistencia de todos los valores, Safo declara qué valor es para ella el más elevado: el que su alma abraza con amor. Sentimientos parecidos ya se habían expresado en la época arcaica, pero Safo los expone por primera vez en forma de pensamiento. En otro momento dice de su amada hija Kleis: "Por ella yo daría la Lidia entera", y Anacreonte recoge este pensamiento en forma de priamel:

No quisiera tener
el cuerno de Amaltea,
ni ciento cincuenta años
reinar en Tartesos
.

Lo que otros desean, el rico cuerno de la abundancia de Amaltea, o un largo reinado sobre la rica ciudad legendaria del Oeste, Anacreonte lo rechaza. No sabemos qué opone a esta magnificencia, pero, puesto que la encuentra tan exagerada, podemos deducir que prefiere la sencillez.[...]

de El descubrimiento del espíritu-BRUNO SNELL-estudios sobre la génesis del pensamiento europeo en los griegos-Editorial Acantilado,2007,Traducción de J. Fontcuberta, a excepción de la traducción de los poemas arcaicos griegos, que sigue la de Juan Ferraté para Líricos griegos arcaicos, edit. Acantilado, 2000

jueves, 12 de noviembre de 2009

ENTELEQUIA

ENTELEQUIA


Aristóteles forjó este vocablo apoyándose en la expresión "el hecho de poseer perfección". En tanto que designa esto, el término "entelequia" significa la actualidad o perfección resultante de una actualización. La entelequia es entonces el acto en tanto que cumplido. En este sentido la entelequia se distingue de la actividad o actualización. En cuanto constituye la perfección del proceso de actualización, la entelequia es el cumplimiento de un proceso cuyo fin se halla en la misma entidad. Por eso puede haber entelequia de la actualización pero no del simple movimiento.

Plotino utilizó asimismo la noción de entelequia pero no adhirió a la doctrina de Aristóteles por lo menos en lo que se refiere a su aplicación al alma. Plotino señalaba (Enéadas) que el alma ocupa en el compuesto el lugar de la forma. Si tenemos que hablar de entelequia será forzoso entenderla como algo que adhiera al ser de que es entelequia. Ahora bien, Plotino señala explícitamente que el alma no es como una entelequia, pues el alma no es inseparable del cuerpo.

En la época moderna se ha desechado generalmente la noción de entelequia e incluso se le ha llegado a dar el sentido peyorativo de lo "no existente", que todavía conserva en el lenguaje común. En ciertos momentos, sin embargo, se ha revalorizado el término, como por ejemplo en la filosofía de Leibniz. Para Leibniz las entelequias son "todas las substancias simples o mónadas creadas, pues tienen en sí cierta perfección y hay en ellas cierta capacidad de bastarse a sí mismas que las hace fuentes de sus acciones internas y, por así decirlo, autómatas incorpóreos (Monadología). Debe destacarse que en Leibniz el término sigue teniendo como en Aristóteles el significado primario de "el hecho de poseer perfección".

De dicc.abreviado de Filosofía-José Ferrater Mora-



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http://lafogonera.blogspot.com/

miércoles, 21 de octubre de 2009

Me has transportado allí-C.Blázquez

Me has transportado allí
donde "los harapos resplandecían"*

y uno de mis pies ya no toca la tierra

Adamante trizado en las oftálmicas
bigamias felinas de tus manos

No sé si he suprimido
o restituyo:
el esbozo en lance raso
se impregna de trayecto en el cruce

y el espíritu carga rozadura

cálamo cincel ofélido Hamlet
soy el sepulturero
angor pectoris

hermanecida tu flor calavera
hermanécela si

de sí dála

.............................

....A Patricia Damiano.......

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* verso del poema Particiones de Patricia Damiano
publicado en cálamo currente el 9 de septiembre 2009

C.Blázquez (de Archeotipos secretos)

martes, 20 de octubre de 2009

Simbolismo de la música-Herzgewächse de Schönberg-J.E.CIRLOT




Artículo publicado en La Vanguardia, 13 de enero 1967-Juan Eduardo CIRLOT

De los tres grandes germanos-israelitas que florecen a principios de nuestro siglo -Einstein, Freud, Schönberg- el último es el que me liga más estrechamente, el que despierta en mí una admiración mayor, lo cual es comprensible, no ya por el temple de su genio, ni el dominio en que se desarrolla-la música- sino por la afinidad y la resonancia con que yo puedo recibir su mensaje. Arnold Schönberg, al que sólo se ha hecho una tardía justicia, nació en 1874 en Viena y murió en 1951 en Los Angeles. Había emigrado a América en 1934, siendo nombrado allí profesor de composición en la Univerdidad de California.
No voy a referirme aquí a su obra en general, ni siquiera a lo esencial de su aportación, que le convierte en verdadero "umbral" de toda la música nueva (incluyendo a Scriabin, Stravinsky e incluso Messiaen, sin contar sus discípulos Alban Berg, Von Webern y los de la generaicón ulteriro, como Nono o Dallapiccola). Voy a referirme sólo a dos cosas: primeramente a sus relaciones fecundas con el expresionismo alemán, en pintura y poesía, en los años 1905-1915, sin olvidar su contacto con el simbolismo tardío, cual lo prueban sus canciones sobre poemas de Stefan George; pero, en segundo y principal lugar, a una de sus composiciones, que no concoía y que acaba de llegar a mí por la vía mágica del disco: Herzgewächse op.20 (1911), cantada por la soprano Rita Tritter, con acompañamiento de órgano, arpa y clarinete.
El asombro que me ha producido esta música, la adhesión apasionada que ha despertado en mí sólo son comparables con otro gran "descubrimiento" que realizó mi particular fanatismo hacia determinadas cosas en 1936, cuando oí por vez primera el Poema del fuego de Scriabin. Debo aclarar, además, que siempre preferí loa música insturmental (orquesta, orquesta de cámara, conjuntos diversos de pocos instrumentos) a la música vocal en la forma que fuere. con todo, la canción Herzgewächse me pareció instantáneamente una revelación; diría que es la obra más trascendente que se ha producido jamás en toda la historia de la música. Comprendo que esta aseveración pueda parecer exagerada a quienes consideren, más objetivamente, que la extensión y la complejidad (por ej. la IX Sinfonía de Beethoven, el Tristán de Wagner) cuentan. Pero ni las dimensiones ni la elaboración que aquéllas imponen me parecen esenciales en cuanto a la determinación de la cualidad espiritual de una obra. Y más si esa cualidad es tan intensa y rara que stúa la composicón a una altura inaccesible.
Pues de eso se trata, de altura. La voz describe un vuelo tremendo por el registro alto, que, analógicamente, sentimos como las zonas del espacio que ahora hemos de considerar como las más "altas" recorridas por el hombre. Ese vuelo de la voz tiene una lejanía doble: de un lado, la debida a us distancia por la tesitura con respecto al acompañamiento; de otro lado, la que dimana de su condición atonal. Distancia no es relación, escribí casi automáticametne al oír por vez primera esta obra. Y es porque la altura del vuelo se "apartaba" literalmente del mundo, de la tierra, con todos sus jardines y desiertos. Gran arte es aquel en que los procedimientos manifiestan las esencias.
Pues bien, luego pude leer el poema Herzgewächse, palabra alemana de difícil traducción, que a su vez lo es del francés: Feuillage du Coeur; que podría traducirse por "La floración del corazón". El texto es de Maurice Maeterlinck y describe exactametne un vuelo inimaginable y superior a todos los vuelos físicos, aunque nos lleven a otras galaxias. Dice el gran poeta del Pelléas, en estos versos, que su corazón es un jardín con vegetaciones de símbolos, nenúfares monótonos, lianas blandas y lentas palmas de sus anhelos. Pero que, en ese jardín (traducimos lo fundamental) hay un lirio que se eleva bajo la campana de cristal azul, o mejor, que eleva bajo ese palio su "mística plegaria blanca". Es decir, de nuevo el acorde azul-blanco a que me referí al hablar de la Séraphita de Balzac. La música "representa" analógicamente por la distancia de tesitura y atonalidad ese portentoso vuelo. Y lo más importante es que la "plegaria blanca" está también contenida en la simbolización musical. El alejamiento o distanciamiento, mejor, el "extrañamiento" del mundo a que llevan el vuelo del lirio, y el cántico de Schönberg, exponen la necesidad de ir al encuentro del más allá, en un universo que ya no tiene relación con éste, o que, de tener alguna, es una relación "disonante", como la que ha de existir forzosamente entre lo absoluto y lo relativo, enbtre lo que es amor solo, en sí, (o amor de/a Dios) y cuando puede moverse. Incluso iluminado, aquí abajo. Todo ello se lo debo a Herzgewächse, y al doloroso Arnold Schönberg a quien sólo unos sordos (fueran colegas o críticos) pudieron en un tiempo juzgar musicien de tableau noir (es decir, profesor que hace música) cuando era ante todo un alma, un alma candente cuyo mensaje ya he hecho para siempre mío

miércoles, 14 de octubre de 2009

Alguien que desde lejos-C.Blázquez

Alguien que desde lejos
se parece a mí

cuando me acerco
se parece a ti

Está sacando agua de un pozo
y me la ofrece

Entonces siento la sed


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C.Blázquez (de Líticas autointuiciones)

viernes, 9 de octubre de 2009

Lejos de tu lecho pernoctas-C.Blázquez

Lejos de tu lecho pernoctas

junto a pequeños frutos
ensimismados a más no poder

Tú te has cruzado de brazos
para conocerte mejor

A duras penas dices
no tengo cetro

Mira tu bíceps contraído
y ¿aún crees que no eres
dueño de tus actos?

Balance Alcance
Balanza hubiera

Puedes hablar de la nada
como una afirmación
pero ¿y las Horas?
¿Quién por las terribles
no retiene aún las lágrimas?

Ya he dejado a los árboles
respirando por mí.

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C.Blázquez (de Rigurosa la lágrima)

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Elegía a Alexander SCRIABIN-J.E.CIRLOT//Concierto de ángeles-Matthias GRÜNEWALD


Alexander Scriabin plays Etude Op.8 No.12 Welte-Mignon recording


Elegía a Alexander Scriabin


Quiero hablar lentamente como mueren las rosas,
como gimen los ríos,
de tu música dulce que está de rodillas
en la blanca ribera de adorante pecho.

Quiero decir cómo eleva las manos
desnudas hacia el cielo, como su frente los árboles,
los silenciosos, los puros, los divinos,
los reclinados mansamente
al paso acostumbrado de las nubes.

Quiero ver cómo mira tu música
ese silencio traspasado de cantos.
Cómo contemplan tu delicado silencio
las grandes luces celestes que descienden.

Así tus voces suaves, tus ramas deshaciéndose.
Así tu plata limpia de cristal preciso,
abriendo el camino de las alas.

Quiero hablar lentamente, como sueñan las tardes,
como viven los lirios,
de ese sollozo armonizado en círculos,
en horizontes de líneas tenaces y leves,
de cariñosas líneas dibujando mejillas
dibujando tristísimos cabellos,
o, simplemente, ensayando otro universo.

Quiero decir cómo explica tu gracia,
cómo fluyen en su viva corriente entre delicias,
sonoramente, claros corazones, verdes
paisajes perdidos en ausencias recobradas.

Porque tú hallas la senda de la muerte,
de esa muerte íntima, delgada y leve,
que sabe estrangular con soledades
todo ese concierto de nuestras dulzuras,
donde vivmos reflejándonos
como en el lago de la infancia.

Y siempre encuentras el pájaro en el aire
que tenga entre las plumas conmovidas
la sangre que estremece esa remota
voz que no sabemos acaso ni si existe.

¡Oh, Scriabin! Y en tu blanca tortura
hay cisnes sin cuerpo y caminos con nieve
caída de un cielo que nunca contemplamos.

Tú sabes de donde ha nacido ese vuelo profundo,
esa tristeza alegre que crece como un éxtasis
desatando las almas.

Yo tengo tus amapolas azules, yo tengo tus gozos
exactos
y comprendo el arcángel de tus labios,
y, dulcemente, inútilmente, te digo que te quiero,
porque estás muerto en el fondo de la muerte.

¡Tú, el Hombre, el que creaba
esta música desnuda
que baja sobre mi frente como una corona de llanto,
como un cielo que circunda mi estricta permanencia
en un orden confuso de sueños y latidos.

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Publicado en Entregas de Poesía, nº4, 1944


Matthias Grünewald. Concert of Angels. Detail. c1515. Oil on panel. Musée d'Unterlinden, Colmar, France-Tomado de zoopat- Matthias Grünewald. Concert of Angels. Detail. 1510-1515.. Oil on panel. Musée d'Unterlinden, Colmar, France-tomado de zoopat-

lunes, 28 de septiembre de 2009

En mi sueño-C.Blázquez

En mi sueño tú hacías
y deshacías
tu sueño en mí

una danza en honor
insiste tambor
la lluvia

una alambrada súbita

te distingo
en la amarra
encefirada que soportas
la turquesa amenaza
viva

una alambrada súbita
la lluvia tambor
insiste en honor
una danza

y notarás que es sueño
porque indaga
lo que borraste itinerario

pero es constante y se hace horas
es decir aproximo-traspaso

es población simétrica
conveniente
cumplimiento o tributo
híbrido
de ámbar una alambrada súbita

corona se desprende

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C.Blázquez-(de Tu pedestal fue cumbre)

viernes, 25 de septiembre de 2009

A la muerte de Adonis-Conde de Villamediana-

A la muerte de Adonis



Boca con boca Venus porfiaba
a detener el alma que salía
del desdichado Adonis, que moría
más herido del bien que acá dejaba.


El no poder morir ella lloraba,
no lloraba la muerte que veía;
Amor allí, mostró que no podía
ayudar a sentir lo que causaba.


Ella en brazos le tiene; quien los viera,
igualmente llorar la despedida,
apenas juzgará cual de ellos muere.


Mas la diosa mostró quedar vencida
de dolor tanto más, cuanto más quiere
dar a Adonis el alma que la vida.

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Juan de Tassis y Peralta, nacido en Lisboa en 1852 y asesinado en la corte de Madrid en 1622, dícese que por amores, dígase así... y la tierra le sea leve

lunes, 21 de septiembre de 2009

...y escarnecida.C.Blázquez

Ay, cómo le amé!

Cómo le amé en su látigo
de Cristo enfurecido

cómo le amé
de Cristo descendido

sarcófaga y venérea

cómo le amé en su mancha

rosada en las holandas:

TodoPoder de un río

en gotas apretándose

TodoPoder su frío


Cómo le amé
secreta en su privanza

Y prístino en su desdén última piedra

Noli me tangere

también amé a mi Cristo reluctante
malferida de amor y por su muerte

perdonada
como a un toro sin muerte

me dejara

¿Cómo le amé?
En étimo y de razón privada


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C.Blázquez (de Archaeotipos secretos)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Si floreciera...-C.Blázquez

Si mi amor floreciera esférico y laurel

y por ladera grácil cual Pitágoras y púber

radiante del Carmelo

descendiera

esférico mi amor laurel en travesía

inmóvil vigilante y en volandas

mi amor desfallecido


si alcanzara su volumen oscuro

íntima cuadratura

ápice del sagrado

poder de los Triángulos del Valle

de los Muertos en rosa

del desierto mi amor


cristales floreciese

si floreciera

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C.Blázquez de (Archaeotipos secretos)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La noche y una-C.Blázquez

Tú tenías mil lienzos sagitales
promesa caravana de lascivia
Banquete de cáscaras
Anélida pujanza de mil noches

Yo tenía mil túnicas en blanco
En blanco zurbarante
teologal y nocturno

Yo tenía mil túnicas
y una
vestigio de vestales victoriosas
para la noche y una
de arduo amanecer

Fuere grata a la diosa
la hecatombe purísima

y prolongó sus horas
la de rosados dedos

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C.Blázquez de (A la sombra del sol)

domingo, 13 de septiembre de 2009

Madera y virutas-I.BACHMANN

De los avispones no quiero decir nada,
porque es fácil reconocerlos.
Tampoco las revoluciones en curso
son peligrosas.
La muerte como séquito del alboroto
está decidida desde siempre.

Pero de las efímeras* y de las mujeres
cuídate, de los cazadores domingueros,
de los esteticistas, de los indecisos,
de los bienintencionados
no castigados
por ningún desprecio.

Desgaste de hojas, pancartas,
carteles negros... de noche y de día
se estremece, bsjo estas estrellas o aquéllas
la máquina de la fe. ¡Pero en la madera,
mientras esté verde, y con la bilis
mientras esté amarga, estoy decidido
a escribir lo que fue en un principio!

'Procurad manteneros despiertos!


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*Eintagsfliege: mosca de un día, vida corta, poca confianza


de El tiempo postergado-(Die gestundete Zeit-1953)
Trads.Cecilia Dreymüller y Concha García- Para edit. Hiperion

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Quietud portátil-C.Blázquez

Hay entre los libros algo más que polvo

Es el poder de su quietud portátil

de fortificación

de fortaleza


Ah pero un solo libro abierto
a solas

abro lilas tus párpados

inasible de lábil en mis manos

prosélito feroz

proteico como un dios

me hace.

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C.Blázquez( de A la sombra del sol)

viernes, 4 de septiembre de 2009

Como andan los toreros-C.Blázquez-


Zdzislaw Bewsinski (Polonia, 1929-2005) tomado de zoopat



Zdzislaw Bewsinski (Polonia, 1929-2005)tomado de zoopat



- Andas como andan los toreros

- Los toreros ¿andan como una mujer?

- No. Andan como los volantes
de una falda
cuando anda una mujer

- Oh,...ellos andan...ellos matan

- No. Ellos entran a matar
pero antes han de quitarse la falda
como lo hace una mujer

- ¿Y luego?

- Luego
se quedan quietos
por si se queda la Muerte
como hace una mujer

- ¡Toro! ¡Se está llenando esta luna!

¡Ay Toro! ¡Porqué te has quedado tan quieto!

¡Que no se llene esta luna!
¡Que no se llene!
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C.Blázquez (de Archeotipos secretos)

jueves, 3 de septiembre de 2009

Perfume de amargo-Federico García Lorca-



Todos los que viajéis con vuestra carga de felicidades y olvidos del sufrir. Todos los que sois la alegría y el ansia de vivir. Todos los que os burláis del romántico y del apasionado...Descubríos y arrodillaos cuando paséis junto a uno que sufre de amor. Bajad la vista porque las lágrimas correrán por vuestras mejillas al mirar sus ojos. Inclinad vustras cabezas, pues aquellos hombres tienen el alma de crepúsuculo otoñal y corazones de cielo y de Dios... Yo me arrodillo ante la grandeza de espíritu de los hombres geniales. Yo soy de oraciones en su honor. Yo los amo y les pido que tengan misericordia de mí. Beethoven que moriste de amar, ten misericordia de mí. Chopin que moriste de pasión, ¡ten misericordia de mí! Hugo que moriste de grandeza, ten misericordia de mí. Juan de la Cruz que moriste de dulzura, ten misericordia de mí. Divino Antonio que moriste de sentimiento, ten misericordia de mí. Suave Rafael que moriste de tanto placer,m ten misericordia de mí. Rubén Darío que moriste de sensualidad, ten misericordia de mí. Espíritus de los grandes, amparadme con vuestros perfumes de consuelo. Espíritus de espíritus, el mío en la hora de la muerte sea con los vuestros para todos los siglos de los siglos.

Federico García Lorca.13 de abril[?] I noche



de MÍSTICAS (De la carne y el espíritu)-Primeros escritos-Obra inédita-
publicado por RBA-Instituto CERVANTES-2007

miércoles, 2 de septiembre de 2009

"carmen et error"-el misterioso "error" de OVIDIO

Quizás nunca se aclare porqué el César Augusto castigó con suma dureza al poeta Ovidio so pretexto de que su poema("carmen") Ars Amandi, incitaba a las mujeres casadas al adulterio; fue un decreto fulminante del emperador, con ausencia de un juicio ordinario,y por el que aun conservando sus bienes, permaneció relegado a la feroz y lejana tierra de el Ponto siniestro, desde la que escribe las Tristia (Tristes) y las Epistulae ex Ponto (Cartas del Ponto), en las que el dolor y la impotencia ante la injusta decisión, alcanzan unos niveles insoportables.

El "carmen" no fue el "error" y Ovidio lo reitera inútil y desesperadamente hasta sus últimos días, presintiendo que nunca volvería a Roma, "voy morir en aquella tierra ignota", como así fue.


>"Prohibe el derecho que nadie nacido de sangre latina
sufra extranjera prisión si el César a salvo está.
Aunque me perdieron dos faltas, error y poema,
la culpa de una acción debo en silencio guardar:
no soy yo quien para abrir otra vez tus heridas, oh César,
al que es gravísimo ya haber dañado una vez.
Queda la otra, la cual, juzgándome por mis lascivos
cármenes, del adulterio lúbrico me hace mentor.
Lícito es, así pues, que algo escape a los pechos celestes,
y hay mucho asunto menor que tú no puedes saber,
y como Jove, que cuida a la vez del cielo y los dioses,
no tiene tiempo de ver cosas de menos valor,
tal, mientras miras en torno del mundo de ti dependiente,
cualquier otra nimiedad se escapa de tu atención.
¿Príncipe tú del poder, acaso, dejando tu puesto,
ibas mi obra a leer hecha con un metro impar?"

[...]

"No puedo, en fin, esperar salvación ninguna, a la vista
de que no es crimen cruel el que mi pena causó.
Yo no pedí la cabeza del César, cabeza del mundo,
con la intención de arruinar todas las cosas jamás;
ni nada dije, ni fue al hablar mi lengua excesiva,
ni el mucho vino razón de profanar con mi voz:
porque ignorantes mis ojos miraron un crimen, me culpan,
y haber tenido ojos es mi pecado, así pues.
No puedo defender, en verdad, entera mi culpa,
pero de mi crimen gran parte la tiene el error.
Queda, pues, la esperanza de hacer que él mismo mitigue
el castigo, a condición de que me cambie el lugar.
¡Ojalá traiga esta aurora sin sujetar su caballo
el albo Lucifer*, nuncio del nítido sol!"
>

*El "lucero del alba"

Trad. Rafael Herrera Montero, Tristes Cartas del Ponto.Ovidio-para Alianza editorial

lunes, 31 de agosto de 2009

En el título-C.Blázquez

Te sé vigil Sedente
en el petroso trono del crepúsculo

De ti no digo lejos
Tu lontananza soy
No es preciso el encuentro:
El sueño nos rubrica
materiales, orgánicos, en fragua

Ha de venir la conjunción, el peso-
De la nube se extiendan corporales
para la ofrenda
la migración longeva de innecesaria cópula.
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C.Blázquez (de Palabra trigémina)

jueves, 27 de agosto de 2009

de perfume-C.Blázquez-

de perfume
en la noche rubí

clavicémbalo un cuerpo tendido
a priori es la muerte
polifónica adquiriéndose
del singular al plural

oro frío alunado
el deseo se hace blanquecino
como un diente de leche

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C.Blázquez ( de Prooeso)

miércoles, 12 de agosto de 2009

XENIVS(Eugenio d'ORS)-van Helmont inventa una palabra-

Eugenio d'Ors, retratado por Ramón Casas


Y esta palabra es gas. Van Helmont estudiaba -con la pasión febril de un químico que es aún un alquimista, de un médico que es aún un astrólogo- los misterios de la combustión. Y para designar el sutil, volátil producto de ella, tomó, modificándola ligeramente, la palabra germánica Geits, que quiere decir "Espíritu". He aquí,pues, un momento admirable en la historia de la Ciencia: el mundo de lo suprasensible paga al mundo de lo sensible una deuda secular. Mucho tiempo antes, el dia remoto en que los hombres se dieron cuenta de que eran propietarios de un alma, tuvieron que buscarle nombre, por metáfora, entre los objetos materiales. Así ella fue llamada "mariposa" (como en psyjé, psiquis), o "soplo" (como en pneuma). Pero día vino en que el conocimiento de la Naturaleza se refinó también . El sabio no conoce ya únicamente groseros objetos, sino sustancias que empiezan a escapar a los sentidos. No se habla aún de "electricidad" -¡la genial creación mitológica!-, no se habla aún de "radiactividad", no se habla aún de eones y de energía. Pero ya los gases en los laboratorios, aún sombríos, del Renacimeinto, se han dejado estudiar. Y, para designarlos, cualquiera nombre del usual vocabulario de lo físico parece basto e impropio. Entonces es cuando Van Helmont viene y les llama, con una audacia muy dichosa, espíritus.

de FLOS SOPHORUM- ejemplario de la vida de los grandes sabios, XENIUS (pseudónimo de Eugenio d'Ors)-Edit. gráficas Zagor, Madrid, 1963



Jean-Baptiste van Helmont,(Bélgica,1577-1644)

jueves, 30 de julio de 2009

Orfeo.Eurídice.Hermes-Rainer Maria RILKE

FUE la mágica mina de las almas.
Tal filones de plata, silenciosos,
iban igual que venas por su sombra. Brotaba
la sangre entre raíces, la que llega a los hombres,
y en la sombra pesada parecía de pórfido.
Nada había más rojo.

Había allí peñascos
y bosques sin sustancia.Puentes sobre el vacío,
y ese gris, ciego y gran estanque, que
pendía sobre su remoto fondo
como cielo lluvioso de un paisaje.
Y entre prados, suaves e indulgentes,
se vio la vaga franja del único camino,
como larga palidez añadida.

Marcharon por ese único camino.

Primero el hombre esbelto en manto azul,
que, mudo e impaciente, miraba hacia delante.
Devoraba el camino su paso, sin mascarlo,
en enormes bocados, y sus manos colgaban,
pesadas y cerradas, del caer de los pliegues,
sin saber nada ya de la ligera lira
que en la izquierda le había ido creciendo
como el rosal que trepa por la rama de olivo,
y estaban sus sentidos igual que desdoblados:
su mirada marchaba delante, como un perro,
rodeándole, yendo y viniendo otra vez,
y esperándole, quieta, en el recodo próximo;
pero oído y olfato se le iban rezagando.
Le parecía a veces que alcanzaba
la marcha de los otros dos, que habían
de seguir la subida entera. Luego
era sólo otra vez el eco de su paso
y el aire de su manto lo que estaba tras de él.
Pero él se dijo que vendrían, sin embargo;
lo pronunció en voz alta y oyó sonar el eco.

Vendrían, sin embargo; solamente, eran dos
que iban terriblemente callados. Si pudiera
volverse alguna vez (si el mirar hacia atrás
no fuera la ruina de todo este trabajo
que al fin se iba a cumplir), los tendría que ver,
ambos silenciosos, ambos siguiéndole callados:

el dios del caminar y el lejano mensaje,
sobre los claros ojos el gorro de viaje,
el delgado bastón avanzando ante el cuerpo,
golpeando en aletazos los tobillos;
y entregada, a su mano izquierda: ella.

Ella, la tan amada, pues brotó de una lira
más queja que jamás de toda plañidera,
y surgió un mundo entero de la queja, en que todo
volvía a estar de nuevo: los bosques y los valles,
el lugar y el camino, campo, río, animal,
y en torno de ese mundo de queja, como en torno
igual de la otra tierra, daban vueltas un sol
y un cielo en calma lleno de estrellas, otro cielo
de queja con estrellas desplazadas: la amada.


Pero ella anduvo hacia esa mano de Dios, el paso
limitado por largas ligaduras de muerta,
vacilante, sin impaciencia, suave.
Estaba en sí como una de más alta esperanza,
sin pensar en el hombre, que marchaba delante,
ni en el camino, que iba subiendo hacia la vida.
Estaba en sí. Y su modo de estar muerta,
la llenaba como una madurez.
Como un fruto de dulzura y de tiniebla,
estaba llena de su muerte grande,
tan nueva, que ella no la comprendía.

Estaba en una nueva doncellez,
intocable; con su sexo cerrado,
como una joven flor contra la tarde,
y sus manos habían perdido la costumbre
de la boda, ya hacía tanto, que hasta el contacto
del leve dios, sin fin mudo, como orientándola,
la enfermaba, como una excesiva confianza.

Ya no era más aquella mujer rubia
que en cantos del poeta a veces se quejaba;
no más en la ancha cama la isla del aroma,
no más la pertenencia de aquel hombre.

Ya estaba suelta igual que pelo largo,
entregada, como lluvia caída,
repartida como un acoplo céntuple.

Era ya raíz.

Y cuando de repente
la hizo pararse el dios y dijo estas palabras,
con dolor en el grito: -¡Ha vuelto atrás la vista!-
ella no entendió nada y dijo, queda: -¿Quién?

Pero lejos, oscuro en la clara salida,
había alguien, uno cuyo rostro
no podía reconocerse. Estaba
viendo cómo en la franja de un sendero en el prado
con ojos melancólicos el dios de aquel mensaje
se volvía en silencio a seguir la figura
que retrocedía por el mimso camino,
el paso limitado por largas ligadduras
de muerta, vacilante, sin impaciencia, suave.


Trad. José Mª Valverde, para Eliago Ediciones, Poesía de Rilke,2007

miércoles, 29 de julio de 2009

de Frankenstein-Mary W.SHELLEY-por los fragmentos a la criatura

También yo, que me afanaba por conseguir una meta, y a cuyo fin me dedicaba por completo, progresé con tal rapidez que tras dos años conseguí mejorar algunos instrumentos químicos, lo que me valió gran, admiración y respeto en la universidad. Llegado a este punto, y, habiendo aprendido todo lo que sobre la práctica y la teoría de la filosofía natural podían enseñarme los profesores de Ingolstadt, pensé en volver con los míos a mi ciudad, dado que mi permanencia en la universidad ya no conllevaría mayor progreso. Pero se produjo un accidente que detuvo mi marcha.
Uno de los fenómenos que más me atraían era el de la estructura del cuerpo humano y la de cualquier ser vivo. A menudo me preguntaba de dónde vendría el principio de la vida. Era una, pregunta osada, ya que siempre se ha considerado un misterio. Sin embargo, ¡cuántas cosas estamos a punto de descubrir si la cobardía y la dejadez no entorpecieran nuestra curiosidad! Reflexionaba mucho sobre todo ello, y había decidido dedicarme preferentemente a aquellas ramas de la filosofía natural vinculadas a la fisiología. De no haberme visto animado por un entusiasmo casi sobrehumano, esta clase de estudios me hubieran resul-tado tediosos y casi intolerables. Para examinar los orígenes de la vida debemos primero conocer la muerte. Me familiaricé con la anatomía, pero esto no era suficiente. Tuve también que observar la descomposición natural y la corrupción del cuerpo humano. Al educarme, mi padre se había esforzado para que no me atemorizaran los horrores sobrenaturales. No recuerdo haber temblado ante relatos de supersticiones o temido la aparición de espíritus. La oscuridad no me afectaba la imaginación, y los cementerios no eran para mí otra cosa que el lugar donde yacían los cuerpos desprovistos de vida, que tras poseer fuerza y belleza ahora eran pasto de los gusanos. Ahora me veía obligado a investigar el curso y el proceso de esta descomposición y a pasar días y noches en osarios y panteones. Los objetos que más repugnan a la delicadeza de los sentimientos humanos atraían toda mi atención. Vi cómo se marchitaba y acababa por perderse la belleza; cómo la corrupción de la muerte reemplazaba la mejilla encendida; cómo los prodigios del ojo y del cerebro eran la herencia del gusano. Me detuve a examinar v analizar todas las minucias que compo¬nen el origen, demostradas en la transformación de lo vivo en lo muerto y de lo muerto en lo vivo. De pronto, una luz surgió de entre estas tinieblas; una luz tan brillante y asombrosa, y a la vez tan sencilla, que, si bien me cegaba con las perspectivas que abría, me sorprendió que fuera yo, de entre todos los genios que habían dedicado sus esfuerzos a la misma ciencia, el destinado a descubrir tan extraordinario secreto.
Recuerde que no narro las fantasías de un iluminado; lo que digo es tan cierto como que el sol brilla en el cielo. Quizá algún milagro hubiera podido producir esto, mas las etapas de mi investigación eran claras y verosímiles. Tras noches y días de increíble labor y fatiga, conseguí descubrir el origen de la generación y la vida; es más, yo mismo estaba capacitado para infundir vida en la materia inerte.
La estupefacción que en un principio experimenté ante el descubrimiento pronto dio paso al entusiasmo y al arrebato. El alcanzar de repente la cima de mis aspiraciones, tras tanto tiempo de arduo trabajo, era la recompensa más satisfactoria. Pero el descubrimiento era tan inmenso y sobrecogedor, que olvidé todos los pasos que progresivamente me habían ido llevando a él, para ver sólo el resultado final. Lo que desde la creación del mundo había sido motivo de afanes y desvelos por parte de los sabios se hallaba ahora en mis manos. No es que se me revelara todo de golpe, como si de un juego de magia se tratara. Los datos que había obtenido no eran la meta final; más bien tenían la propiedad de, bien dirigidos, poder encaminar mis esfuerzos hacia la consecución de mi objetivo. Me sentía como el árabe que enterrado junto a los muertos encontró un pasadizo por el cual volver al mundo, sin más ayuda que una luz mortecina y apenas suficiente.
Amigo mío, veo por su interés, y por el asombro y expectati¬va que reflejan sus ojos, que espera que le comunique el secreto que poseo; mas no puede ser: escuche con paciencia mi historia hasta el final y com-prenderá entonces mi discreción al respecto. No seré yo quien, encontrándose usted en el mismo estado de entusiasmo y candidez en el que yo estaba entonces, le conduzca a la destrucción y a la desgracia. Aprenda de mí, si no por mis advertencias, sí al menos por mi ejemplo, lo peligroso de adquirir conocimientos; aprenda cuánto más feliz es el hombre que considera su ciudad natal el centro del universo, que aquel que aspira a una mayor grandeza de la que le permite su naturaleza.
Cuando me encontré con este asombroso poder entre mis manos, dudé mucho tiempo en cuanto a la manera de utilizarlo. A pesar de que poseía la capacidad de infundir vida, el preparar un organismo para recibirla, con las complejidades de nervios, músculos y venas que ello entraña, seguía siendo una labor terriblemente ardua y difícil. En un principio no sabía bien si intentar crear un ser semejante a mí o uno de funcionamiento más simple; pero estaba demasiado embriagado con mi primer éxito como para que la imaginación me permitiera dudar de mi capacidad para infundir vida a un animal tan maravilloso y complejo como el hombre. Los materiales con los que de momento contaba apenas si parecían adecuados para empresa tan difícil, pero tenía la certeza de un éxito final. Me preparé para múltiples contratiempos; mis tentativas podrían frustrarse, y mi labor resultar finalmente imperfecta. Sin embargo, me animaba cuando consideraba los progresos que día a día se llevan a cabo en las ciencias y la mecánica; pensando que mis experimentos al menos servirían de base para futuros éxitos. Tampoco podía tomar la amplitud y complejidad de mi proyecto como argumen¬to para no intentarlo siquiera. Imbuido de estos sentimientos, comencé la creación de un ser humano. Dado que la pequeñez de los órganos suponía un obstáculo para la rapidez, decidí, en contra de mi primera decisión, hacer una criatura de dimensiones gigantescas; es decir, de unos ocho pies de estatura y correcta¬mente proporcionada. Tras esta decisión, pasé algunos meses recogiendo y preparando los materiales, y empecé.
Nadie puede concebir la variedad de sentimientos que, en el primer entusiasmo por el éxito, me espolea-ban como un huracán. La vida y la muerte me parecían fronteras imaginarias que yo rompería el primero, con el fin de desparramar después un torrente de luz por nuestro tenebroso mundo. Una nueva especie me bendeciría como a su creador, muchos seres felices y maravillosos me deberían su existencia. Ningún padre podía reclamar tan completamente la gratitud de sus hijos como yo merecería la de éstos. Prosiguiendo estas reflexiones, pensé que, si podía infundir vida a la materia inerte, quizá, con el tiempo (aunque ahora lo creyera imposible), pudiese devolver la vida a aquellos cuerpos que, aparentemente, la muerte había entregado a la corrupción.
Estos pensamientos me animaban, mientras proseguía mi trabajo con infatigable entusiasmo. El estudio había empalidecido mi rostro, y el constante encierro me había demacrado. A veces fracasaba al borde mismo del éxito, pero seguía aferrado a la es¬peranza que podía convertirse en realidad al día o a la hora siguiente. El secreto del cual yo era el único poseedor era la ilusión a la que había consagrado mi vida. La luna iluminaba mis esfuerzos nocturnos mientras yo, con infatigable y apasionado ardor, perseguía a la naturaleza hasta sus más íntimos arcanos. ¿Quién puede concebir los horrores de mi encubierta tarea, hurgando en la húmeda oscuridad de las tumbas o atormentando a algún animal vivo para intentar animar el barro inerte? Ahora me tiemblan los miembros con sólo recordarlo; entonces me espoleaba un impulso irresistible y casi frenético. Parecía haber perdido el sentimiento y sentido de todo, salvo de mi objetivo final. No fue más que un período de tránsito, que incluso agudizó mi sensibilidad cuando, al dejar de operar el estímulo innatural, hube vuelto a mis antiguas costumbres. Recogía huesos de los osarios, y violaba, con dedos sacrílegos, los tremendos secretos de la naturaleza humana. Había instalado mi taller de inmunda creación en un cuarto solitario, o mejor dicho, en una celda, en la parte más alta de la casa, separada de las restantes habitaciones por una galería y un tramo de escaleras. Los ojos casi se me salían de las órbitas de tanto observar los detalles de mi labor. La mayor, parte de los materiales me los proporcionaban la sala de disección, y el matadero. A menudo me sentía asqueado con mi trabajo; pero, impelido por una incitación que aumentaba constantemente, iba ultimando mi tarea.
Transcurrió el verano mientras yo seguía entregado a mi objetivo en cuerpo y alma. Fue un verano her-mosísimo; jamás habían producido los campos cosecha más abundante ni las cepas, mayor vendimia; pero yo estaba ciego a los encantos de la naturaleza. Los mismos sentimientos que me hicieron insensible a lo que me rodeaba me hicieron olvidar aquellos amigos, a tantas, millas de mí, a quienes no había visto en mucho tiempo. Sabía que mi silencio les inquietaba, y recordaba claramente las palabras de mi padre: «Mientras estés contento de ti mismo, sé que pensarás en nosotros con afecto, y sabremos de ti. Me discul-parás si tomo cualquier interrupción en tu correspondencia como señal de que también estás abandonando el resto de tus obligaciones.»
Por tanto, sabía muy bien lo que mi padre debía sentir; pero me resultaba imposible apartar mis pensa-mientos de la odiosa labor que se había aferrado tan irresistiblemente a mi mente. Deseaba, por así decirlo, dejar a un lado todo lo relacionado con mis sentimientos de cariño hasta alcanzar el gran objetivo que había anulado todas mis anteriores costumbres.
Entonces pensé que mi padre no sería justo si achacaba mi negligencia a vicio o incorrección por mi par-te; pero ahora sé que él estaba en lo cierto al no creerme del todo inocente. El ser humano perfecto debe conservar siempre la calma y la paz de espíritu y no permitir jamás que la pasión o el deseo fugaz turben su tranquilidad. No creo que la búsqueda del saber sea una excepción. Si el estudio al que te consagras tiende a debilitar tu afecto y a destruir esos placeres sencillos en los cuales no debe intervenir aleación alguna, entonces ese estudio es inevitablemen¬te negativo, es decir, impropio de la mente humana. Si se acatara siempre esta regla, si nadie permitiera que nada en absoluto empañara su felicidad doméstica, Grecia no se habría esclavizado, César habría protegido a su país, América se habría descubierto más pausadamente y no se hubieran destruido los imperios de México y Perú.

martes, 28 de julio de 2009

Soleá-Cante y baile-Bailarina española-Rainer Maria RILKE

Soleá-La tierra con ser la tierra se está comiendo mi dolor-Fernanda de Utrera y Juan el Habichuela


Pastora Imperio baila y Terremoto de Jerez canta por soleares

Como en la mano, blanca, una cerilla,
antes de dar la llama, a todas partes
extiende lenguas bruscas; así empieza
en el corro cercano, clara, cálida y rápida,
a abrirse, convulsiva, en redondo su danza.

Y de repente es llama, enteramente.

Ella inflama su pelo a una mirada,
y pronto, con arte osado, gira
todo su traje en ese celo ardiente
del que, como serpientes que dan terror, los brazos
desnudos se levantan, en vela y chasqueantes.

Luego, como si el fuego se le volviera escaso,
lo reúne y lo arroja todo entero,
espléndida, con gesto orgulloso,
y lo mira: rabioso yace en tierra,
y aún sigue llameando y no se entrega.
Pero triunfal, segura y con sonrisa
siuave de saludo, alza la cara,
y lo apaga, pisándolo con pequeños pies firmes.


Trad. José Mª Valverde, para Poesía, Rilke, Eliago ediciones, mayo 2007, 1ªedic.

Fernanda y Bernarda de Utrera-soleás-1952

viernes, 24 de julio de 2009

Lalias de Eco-C.Blázquez

Donde el lago cesa

en su lisa liturgia

es tu rostro la flor

que aún mi voz agasaja



periplo y súplica cumplo

rea en la última sílaba

lapidado mi vuelo



...ES EL AIRE MI ALA



MI SOLA ALA...



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C.Blázquez (de Esfacelos)

martes, 21 de julio de 2009

Mi bucal nebulosa-C.Blázquez

Ahora no voy a decir
que esta boca es mía

Se la robé a una niña
antes de asesinarla

Je suis l'Orphée
tu fus le froid la plus fidèle
nous sommes l'orgie
des chrysanthèmes


Se trata de mostrarte
mi bucal nebulosa

llámalo suelo y entra
como la flor en oro
rendida y firmemente
no importa si torturas
este cuerpo asombroso

ribera tú Euridice
interminable anábasis

...Y nada hay
mortal en ello
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C.Blázquez (de Fragmentos de una extinción)

domingo, 19 de julio de 2009

Rosa CHACEL- La ventana que da sobre la muerte

LA VENTANA QUE DA SOBRE LA MUERTE

La ventana que da sobre la muerte,
abierta sin espacio, hueco espeso,
deja pasar la luz, pero no alienta
y se rompen la frente los suspiros
contra la piedra que creyeron alma.

Lo mismo que el vacío de una boca
donde la araña su labor tendiera,
a la palabra en vuelo cierra el paso
con el pálido muro de su lámina.

Linfa de claridad donde no entra
el vaso ni la mano se humedece,
lágrima que no cae ni se evapora
cortina que la brisa no sacude,
espada de silencio para el ojo
que afronta el filo, llave del abismo.

Las oraciones van bajo la nave
sus cuerpos a esconder y sus melenas
llamean en lo oscuro, sus lamentos
en eco curvo van bajo la bóveda.
Arrastran sus camisas por las losas,
sus pasos como huella dejan pétalos
y su murmullo tiembla y se estremece
como un ave en el nido desvelada...

La ventana que da sobre la muerte,
abierta flor de hilo, las acecha...
La carne, dulce sierpe, se recoge
arrullando con pecho de paloma
y refugia sus huevos en las grietas,
bajo la cruz, que la piedad formara.
A sus pies se desliza, conjurándola
con el tierno ondear de su cintura,
contritamente baja la cabeza
o se mira en espejos estancados,
negros, cuajados charcos de la sangre...

Llora por las caricias, por las manos
que oprimían las manos como hiedra
que besaban las manos como labios.
Llora por los alientos que se anudan
por el roce del fuego contra el fuego.

La ventana que da sobre la mkuerte,
fuente sin pensamiento, la sentencia...
Vela sin viento en lago sin distancia,
cáscara del adiós, piel del olvido,
vigía sin vigilia, la ventana
calla, sin aldabón, sobre la muerte.

(Ventana de alabastro en la capilla de S.Pedro de Alcántara sobre el cementerio de La Recoleta)

lunes, 13 de julio de 2009

Francesca Woodman-(1958-1981)





tus rodillas dos Sansones
torbellinos los tobillos

parece que tus trenzas
se han echado a perder

miércoles, 1 de julio de 2009

Georg OPPEN-Textos descubiertos por Patricia DAMIANO hace un año-

Viento oeste

El mundo rodeándola como una sombra
Ella mueve una silla
Algo se está haciendo-
Preparando
Despejado en frente de ella como al aire libre

El espacio que una mujer hace y llena
Después de estos años
Yo escribo de nuevo
Naturalmente, sobre tu rostro

Hermoso y ancho
Ojos azules
Atravesando toda mi visión menos el destello de la carne
Ojos azules
En las rutas del metro, en pequeñas lluvias
Los perfiles.



Cinco poemas sobre la poesía


1

El gesto


La pregunta es: ¿cómo uno sostiene una manzana
A quien le gustan las manzanas

Y cómo uno sostiene
La mugre? La pregunta es

¿Cómo uno sostiene algo
En la mente que se intenta
Agarrar y cómo un vendedor
Sostiene unos cachureos que intenta

Vender? La pregunta es
Cuándo no serán cien

poetas que yerren ese gesto
Por un estilo.



2

El pequeño agujero


El pequeño agujero en el ojo
Lo llamaba Williams, el pequeño agujero

Nos ha expuesto desnudos
Hacia el mundo

Y no se cerrará

En blanco el mundo
Mira hacia adentro

Y nosotros componemos
Colores

Y el sentido

Del hogar
Y ahí están ellos
Tan violentos
Y tan solos

Ellos no pueden descansar.



3

Aquella tierra


Canta como un pájaro al cielo
Raso, pero ningún pájaro
Es un hombre-

como el apretón
de una mano romana

en su hombro, las certezas

de lugar
y de tiempo

lo sostenían, pienso
que el dolor y el horror casual
del acero y no deben haber dejado
ninguna esperanza de duda

mientras hemos ganado dudas
del acero mismo

y esperanza en la muerte. Por lo tanto
si un hombre viviera para siempre él podría sobrevivir
la esperanza. Me imagino el cielo raso

sobre Getsemaní
seguramente era este mismo cielo.



4

Parousia



Imposible dudar el mundo: puede ser visto
Y porque es irrevocable

No puede ser entendido, y creo que el hecho es letal

Y el hombre puede encontrar su catástrofe
Su milenio de obsesión.
El aire moviéndose
Piedra sobre piedra
Algo balanceándose momentáneamente, en un tiempo puede que el león

Se eche en el bosque. Menos fiero y solitario

Que el mundo, las murallas
de quien el futuro debe estar parado para siempre.


5

Desde Virgilio



Yo, dice el majadero,
Yo-

La mente

Ha evolucionado
Demasiado tiempo

Si 'la vida es una búsqueda
De ventaja

A instancia de quién

Piensa la mente?' el arte
No es bueno tampoco

Para nosotros
A no ser como el loco
Persistiendo
en su locura

puede rescatarnos
como sólo la verdad

debe rescatarnos, reunidos
en las esquinas más diminutas

del triunfo del hombre Parve puer …. 'empieza

o pequeño niño,
a nacer;

sobre quien sus padres no le han sonreído

ningún dios piensa que es digno de su mesa
ni diosa de su cama.'



Citas


I.



Cuando le pregunté al anciano
en las Bahamas
cuán vieja era esta aldea
él dijo:
'Yo la encontré'



II.

Los recién nacidos y los animales
y los insectos
'miran fijamente lo abierto'

y ella dijo
por lo tanto ellos son bienvenidos.



III.

'…y sus armarios!
No las ropas-sólo aretes portentosos
y perfumes y radiantes bufandas y cosas de vestir-

ella dijo que "estaba asustada", ella dijo que
"siempre estaba asustada."



IV

Y el niño
que tomamos en un viaje
dijo

'Estamos teniendo la vida de nuestros tiempos'


V

Alguien ha garabateado
bajo un aviso publicitario en el metro

que muestra a una descarada joven rubia
con un peinado muy elaborado:
'puta de paco'



Dormitorio de niño

Un amigo vio los dormitorios
de Keats y Shelley
en el lago, y vio que eran solamente
dormitorios de niño, y estaba conmovido

por eso. Y de hecho el dormitorio de un poeta
es un dormitorio de niño
y yo supongo que las mujeres lo saben.

Tal vez un horrendo bancario
es excitante para una mujer, un hombre
no un niño respirando entrecortadamente
sobre el cuerpo de una mujer.



Calle

Ah esos son los pobres
esos son los pobres –

la calle Bergen.

Humillación
Aspereza…
Ni siquiera son muy buenos entre ellos;
No es eso. Yo quiero

que se acabe la pobreza
tanto como cualquiera

por el bien de la inteligencia,
'la conquista de la existencia'-

se ha dicho, y es cierto-

y este es un verdadero dolor,
más aun. Es terrible ver a los niños,

a unas honradas niñitas;
tan bien, ellos esperan estar tan bien.



Sobrina

Las calles de San Francisco,
ella dijo de si misma, eran

mi padre y mi madre, hablando a los silenciosos invitados
en el living mirando colina abajo

hacia la bahía. Y nosotros la imaginamos
caminando en el pasado de madera
de la ciudad del Oeste… su madre

no era esa ciudad
sino mi hermana mayor. Recuerdo

al guardia en la playa
diciéndonos que la guerra había terminado-

era la primera guerra mundial
hace medio siglo- mi hermana
tenía una cinta en su cabello.


Definición teológica

Un cuarto pequeño, el piso barnizado
haciendo una L alrededor de la cama,

lo que es o es cierto como la
felicidad

ventanas abriéndose sobre el mar,
la baranda pintada de verde del balcón
contra las rocas, los arbustos y el mar corriendo.


"El borde del mar"

El borde del mar,
la orilla: aquí
el césped de alguien
junto al agua.



El niño de un extranjero

Un gorrión en la calle adoquinada,
pequeño gorrión redondo y dulce,
el pájaro de Chaucer-

o si una hoja
brilla entre otras hojas, entre las hojas
de la temporada-

Los pies del gorrión
los pies del niño del gorrión toca
la piedra desnuda.


Producto

No hay nada tan bello en Nueva Inglaterra como los botes.
Cada uno, incluso la pintura blanca
sumergiéndose en cada ola en cada momento
anclados, un mástil
y aparejándose firmemente una parte
lozanos de las secas herramientas
y de las secas manos de Nueva Inglaterra.
La proa se encumbra, encuentra las olas
que el casco acepta. Una vez alguien
puso una palangana a flotar
y allí para que todos lo vean, para todos los niños,
incluso para los habitantes de Nueva Inglaterra
era embarcación. Lo que yo he visto
es todo lo que he encontrado: a mí mismo.


Desde una fotografía

Sus brazos alrededor mío -niño-
Alrededor de mi cabeza, abrazando con todos sus brazos,
Todos sus brazos como si yo fuera una amada y nativa piedra,
Una manzana en su mano -su manzana y su padre, y mi
nariz apretada
intensamente en el cuello de su abrigo de invierno. Ahí en la fotografía

es un niño que es la rama
de donde caemos, donde podríamos ser zarzamora,
maleza, zarzamora en el invierno joven
con su nieve soplando ella debía haber pensado
fue nuestro para dárselo a ella.



Parte del bosque

Hay amantes que recuerdan que
El momento de luz de luna, iluminado
Instante-

Pero estar solo es estar perdido
Aunque el árbol, las raíces
Estén ahí

Es un roble: la palabra
Aterrante hablada al roble-

Los jóvenes están determinados por lo tanto a ser hombres.
Una botella de cerveza y una puerta cerrada
Los hacen hombres.

O automóvil-se acerca
Al pueblo para ser negociado
Por la gran máquina

Despacio, para la joven
Niños a mano. Ella es

Una familia. No es ternura, Dios sabe,
Esta niña de huesos largos-es un tipo de guerra

Una torre

En la periferia.

Después nuevamente el camino. La compañera
Del automóvil.


Peatón

Lo que generaciones podrían haber soñado
El nieto de las calles comerciales, sus ojos

En la luz del comprador, las luces de las tiendas
Más luminosas que los faros, más luminosas que la luna apareciendo

desde la salada bahía tan rica
tan brillante su ciudad

en una tierra de pavimento, un tejido de cables por donde ella camina
en el nuevo invierno entre enormes edificios.


George Oppen (Oppenheimer, originalmente su apellido) nació en Nueva York en 1908. Cuando tenía cuatro años su madre se suicidó y la familia se mudó a San Francisco. El vaivén entre la costa Este y Oeste será una constante en la vida del poeta. En 1926 entra a la universidad de Oregon donde conoce a Mary Colby, mujer con la que estará hasta el final de su vidas (No hay, hasta ahora, biografías de Oppen. Lo que sabemos proviene de la autografía de Mary: Meaning a Life. La figura de Mary es inseparable en la vida y obra de Oppen; incluso muchos de sus poemas están escrito en plural ("we") aludiendo a su compañera). Los expulsan de la universidad y empiezan una vida errante: se casan en Dallas, vuelven a San Francisco, después se mudan a Detroit haciendo todo tipo de trabajos y finalmente llegan a NY donde conocen a Zukofsky y Reznikoff. Oppen trabaja como impresor y editor de la editorial de los Objetivistas: To. En 1929, con el manuscrito listo de su primer libro, viaja a Europa: Vagabundea por Francia y visita, en Rapallo, a Pound con quien Oppen tendrá una relación irregular de admiración -por su poesía- y rechazo -por sus ideas políticas. En 1933 vuelve Oppen a NY y en 1934 publica su primer libro Discrete Series precisamente con un prólogo de Pound. Oppen no volverá a escribir hasta 1968, veinticinco años después. En plena depresión económica se vuelca a la actividad política y se enrola en las filas del Partido Comunista. No cree en la efectividad política de la poesía ni en la idea de hacer de la poesía un lugar político: deja la escritura. Trabaja formando sindicatos y organizando huelgas. En 1943 lo reclutan para el ejército y va a pelear en la Segunda Guerra Mundial. De vuelta de la guerra, condecorado, se distancia de sus actividades políticas, distancia que no lo exime pasado y de la acechanza por el programa del senador McCarthy. Perseguido y acosado por CIA y FBI Oppen se exilia en 1950 México donde vivirá hasta 1958, año en que volverá no sólo a Estados Unidos sino también a escribir. En 1961 se reinstala en Nueva York y vuelve a trabajar con los Objetivistas y nuevas generaciones de poetas. En 1962 publica The Materials, en 1965 This is Which y en 1968 Of Being Numerous, libro con el que sorpresivamente gana el premio Pulitzer de poesía. En 1978, tras un viaje a Israel, Oppen publica su último libro: Primitive. Luego deja de escribir acosado por el Alzheimer y muere en julio de 1983 en California.

http://patriciadamiano.blogspot.com/2009/06/georg-oppen-textos-descubiertos-hace-un_27.html

martes, 30 de junio de 2009

de Sonetos a ORFEO-Rainer Maria RILKE.

Respiración oh tú, invisible poema,
puro, incesante intercambio
de nuestro ser y los espacios. Contrapeso
en el que rítmicamente me cumplo.

Ola única
de la que soy el mar creciente
el más estricto de los posibles mares
y apresador de espacio.
¿Cuántos de esos lugares espaciales
antes dentro estuvieron? Oh, más de un viento
es como mi proio hijo.

¿Me reconoces, aire, lleno de la que ya fue en mí
tú, en otro tiempo tersa corteza,
comba y filo de mis palabras?


Atmen, du unsichtbares Gedciht!
Immerfort um das eigne
Sein rein eingetauschter Weltraum. Gegengewicht,
in dem ich mich rhytmisch ereigne.

Einzige Welle, deren
allmähliches Meer ich bin;
sparsamstes du von allen möglichen Meeren,-
Raumgewinn.

Wieviele von diesen Stellen der Räume waren schon
innen in mir. Manche Winde
sind wie mein Sohn.

Erkennst du mich, Luft, du, voll noch einst meiniger Orte?
Du, einmal glatte Rinde,
Rundung und Blatt meiner Worte.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
de Rainer Maria RILKE, Sonetos a Orfeo, trad. Carlos Barral, edit Lumen 1ª edic. 1983

domingo, 21 de junio de 2009

Retirado he todo intervalo-C.Blázquez

Era el luto rendija
antifaz blanco mármol y flores

***

sábana sobre relieve
retroceso a los pliegues

***

Retirado he todo intervalo

***

Qué espesura lo angélico

***
Cambio de carne por la memoria
Pormenor y calma
Adverbio de posesión
esclavitud concéntrica
como la edad del árbol

:::::::::::::::::::::::::::::::
C.Blázquez de (Ninguna luz es suave)

jueves, 18 de junio de 2009

La mano que jura sobre-C.Blázquez

Tu mano sobre
jura

sobre qué jura tu mano

Qué aplasta tu mano al jurar

acaso tapona
el párvulo poro que sangra

Después recibes la llave
mas no es la clave
es el ancla de tu nave

Esa fidelidad
de qué traición te habla

De qué felicidad
te habla esta traición

:::::::::::::::::::::::::::::
C.Blázquez (de Ninguna luz es suave)

domingo, 14 de junio de 2009

El retorno de Ofelia-J.E.CIRLOT-

LAS TRES OBRAS literarias que elijo entre todas las del mundo como si hubieran de ser, mejor que mi particular patrimonio, la expresión de los problemas esenciales (renuncia, amor, muerte) que me afectan desde antes de tener uso de razón son: Hamlet, Aurelia(Nerval), Ulalume(Poe). En Hamlet me asombran dos cosas: que el príncipe hable siempre de "su alma" y de los "ángeles" -que se mueva en un cielo gris con resplandores de plata- y su rechazo de Ofelia. Pudiéramos decir que, al arquetipo Tristán que ve su destino en la unión con la amada, y al arquetipo Parsifal, que pone al Creador por encima de la criatura y salva a Kundry porque elige el Graal y a Dios, se contrapone el arquetipo Hamlet, como expresión de una "virilidad angélica", que, rechazando el amor y no buscando ni siquiera la salvación del alma (¿creyendo en ella?), se entrega a una pasión activa de desrucción. Acaso cree ciegamente en que los ángeles, sus "compañeros de armas", ya en la vida terrena le acogerán en cuanto muera, cumplida su venganza, "su arcaica sed de sangre", como diría Erich Fromm.
El rechazo de Ofelia es uno de los actos más extraordinarios realizados por un ser humano en la historia literaria. Rechazo que a ella le obliga a enloquecer, a coronarse de flores (entre ellas algunas dotadas de simbolismo sexual) y a ahogarse en un río, cuyas aguas -las aguas primordiales- la llevan blandamente o la retienen a medio fondo (como en el Hamlet ruso que hemos podido ver recientemente, y en el que cuanto bueno hace el protagonista lo hace en seguimiento de sir Lawrence Olivier, el Hamlet absoluto, definitivo). "¡Véte a un convento! ¿Para qué habrías de ser madre de pecadores?", le dice el príncipe a Ofelia. Y el convento que elige Ofelia es un convento de aguas claras y turbias, de plantas acuáticas y de ribera. Cuando en El señor de la guerra la protagonista - la blanco y oro Bronwyn-"con una corona de flores" sale del agua turbia del pantano y, desnuda, se enfrenta con el señor (reviviscencia del príncipe) sentí que se desdoblaba algo en el argumento, que la acción tenía un contrapunto invertido que iba hacia atrás hacia el siglo V, (época de Hamlet), un Hamlet cuyo verdadero cráneo estaría como el del pobre Yorick, y hacia adelante -desde el siglo XI en que acontece la historia de Bronwyn- hasta la forntera entre el siglo XVI y el XVII en que Shakespeare (poco más tarde de la muerte de su padre, como subraya Freud) escribió Hamlet. Al ver a Ofelia entre dos aguas, muerta, en el film ruso recordé de pronto el resurgir de Bronwyn de "esas mismas aguas y con las mismas flores". Bronwyn sale del agua para que el señor se enamore de ella, pierda su feudo, su vida misma, es decir, para hacer con "él" lo que Hamlet hizo con Ofelia.
¿Correspondencias? El arte de los monjes irlandeses, en la época anterior al periodo carolingio y durante éste, arte basado en intrincadas lacerías, en entrelazamientos que constituyen laberintos indefinidos, absolutos, es la mejor prueba de que "en este mundo" -y acaso sea esta su definitiva justificación- todo se corresponde, enlaza y comunica. El "todo se paga" de la "ley de libra" esotérica no es más que el aspecto, pudiéramos decir legal, del "sistema". Recuerdo que, en otra película cinematográfica medieval, vista hace tantos años que no recuerda mi memoria realmente viva casi nada de ella, por no decir nada, se pronunciaba una frase relativa a dos enamorados que quedó grabada en mi pensamiento: "Estos son dos que se reconocen sin haberse visto nunca". ¿Qué es nunca y qué siempre? ¿Qué haberse visto y no haberse visto? La fantasmagoría agitada, doble, triple, múltiple, infinita de nuestras vidas (realidad presente, pasada, presentida, ensueño, sueños, locura, realidad, cultura, vivencias indirectas aprehendidas), forma tal tejido que es imposible salir del laberinto.
Bronwyn-Ofelia sale de las aguas primordiales, éste sí que es un hecho real y arquetípico. Si aceptáramos la técnica surreal de ligar lo no coordinado originario programáticamente, diríamos que Ulalume sale de su tumba para responder a Poe y evitar su "delirium tremens". Y que Aurelia (síntesis de Adrienne, Jenny Colon) se acerca durante la noche de enero de 1855 al hombre de 48 años llamado, según el registro civil, Gérard de Labrunie, y según el registro eterno, Gérard de Nerval, se acerca a él e impide que se ahorque en una verja de una casa de París, noche de 18 grados bajo cero en la temperatura física y de 273 grados bajo cero en el alma de Nerval, el que en su primera crisis de locura se creyó descendiente de los césares y por el nombre de un dominio familiar tomó ese nombre derivado de Nerva, de breve reinado (96-98 d.J.). Así se ligan los argumentos análogos en el tiempo y en el espacio, porque corresponden a la trama de vivas pulsiones fraternas que implican actos y sentimientos hasta el límite.
Pero nos hemos alejado mucho del tema. Ofelia retorna. No sabe (siendo Bronwyn) que va a causar ella ahora la pérdida de Hamlet. Ni la animan anhelos de venganza. Sólo quiere darse. Pero, como dijo Pascal en su lecho de muerte, el ser humano, "que no se pertenece a sí mismo, engaña si se da" (cito de memoria) y así puede causar tanto mal dándose como rechazando. El Hamlet rescatado de la sombra que se enfrenta con la doncella desnuda coronada de flores moriría inútilmente; no sucederán las cosas como en la otra ocasión cuando el verdadero, el primer Hamlet, mandó a un convento a la primera Ofelia (la que flota aún entre las aguas blancas del río, y a cuyo encuentro fue no hace muchos años Virginia Woolf), y consiguió gracias a ese sacrificio sangriento poder realizar su venganza, su talión, deber sagrado en su mudno, en su raza, en su tiempo, en su civilización tan ajenas ya a nuestro ocaso (salvo si la regresión, al final, es factible a través de la política que fuere), que parece como si se tratara de historias de dos, no diré planetas distintos, sino de dos galaxias diferentes.
Probablemente, al escribir este texto, sólo hemos jugado al contrapunto, a la fantasía, a la combinación cabalísitica de tramas literarias cinematográficas. Pero, en verdad, es cierto que cuando Bronwyn emergió de las aguas pantanosas "sentí" que era Ofelia que volvía, y hubiera querido ser Hamlet para pedirle perdón por la escena del rechazo, explicarle al menos la causa, antes de que ella enloqueciera y enloqueciera yo y dejar que la muerte -la de Hamlet o la del "Señor de la guerra"-, es lo mismo, me cerrara estos ojos sólo humanos, que no saben ver ángeles.

sábado, 13 de junio de 2009

Más,como un cuerpo menos-(de Fragmentos de una extinción)-C.Blázquez

De dónde vienes Infinita
Sigue llegando y rózame

ahora que
antes de ahora
he resucitado
ordinal desorden alfanúmérico

Euridice al azar
gózame

MÁS, COMO UN CUERPO MENOS

:::::::::::::::::::::::::::::::
C.Blázquez (de Fragmentos de una extinción)

jueves, 11 de junio de 2009

Versos dorados-Gerard de NERVAL-dibujos de Antonin ARTAUD

La máquina del ser o dibujo para mirar a través, Antonín ARTAUD




La cabeza azul,1946Antonin ARTAUD

VERSOS DORADOS*-Gérard de NERVAL(1808-1855)



Eh quoi ¡tout est sensible! -PYTHAGORE


¡Hombre! libre pensador -crees que eres el único pensante
En este mundo donde la vida estalla en todas las cosas:
De todas las fuerzas que posees tu libertad dispone,
mas el universo está ausente de todos tus consejos.

Respeta en la bestia el espíritu activo...
Cada flor es un alma en la Naturaleza naciente;
Un misterio de amor resposa en el metal:
Todo es sensible; -Y todo es poderoso sobre tu ser¡

Teme a la mirada que te espía desde el muro ciego:
En la propia materia hay una voz sujeta...
No la entregues a ningún uso impío.

A menudo habita un Dios oculto en el ser oscuro;
Y, como un ojo naciente cubierto por sus párpados,
Un espíritu puro crece bajo la corteza de las piedras.
:::::::::::: ::::::::: ::::::::: ::::::::: ::::::::: ::::::::: ::::::::: ::::::::: :
*Este soneto está inspirado en Pitágoras.
Nerval obtuvo su creencia en la metempsicosis
de los misterios órficos de los pitagóridcos. (n.de T.)

Homme¡ libre penseur -te crois-tu seul pensant
Dans ce monde, aù la vie éclate en toute chose:
Des forces que tu tiens lta liberté dispose,
Mais de tous tes conseils l'univers est absent.

Respecte dans la bête un esprit agissant...
Chaque fleur est una âme à la Nature éclose;
Un mystere d'amor dans le métal repose:
Tout est sensible; -Et tout sur ton être est puissant¡

Crains dans le mur aveugle un regard qui t'épie:
A la matière même un verbe est attaché...
Ne la fais pas servir à quelque usage impie.

Souvent dans l'être obscur habite un Dideu caché;
Et, comme un oeil nauisaant couvert par ses pauperes,
Un pur esprit s'accroît sous l'écorce des pierres.


Trad. Anne Marie Moncho y J.L.Jover para Visor Madrid 1974