plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

jueves, 20 de marzo de 2008

Quimera-C.Blázquez




Veo un capuz colosal
como de un pájaro grifo
veo tu rostro bajo el capuz
y cuál es la sorpresa
que el oro viejo y virgen
es negro
y tiene huellas dactilares
como pequeñas dunas blandas
hilvanadas por la noche
como el pubis de Venus remojado
emergente de tu esperma.

Y ya de cerca tus ojeras paquidérmicas
y las alas batientes y a la espera
abanican la hedionda y química estela.

Hablas como en trasunto
mas son claras para mí tus palabras:
El beneficio y el maleficio
son de corcel
la transmisión en la semántica
del sacro-oficio.
Si manantial agitas
alejas de mí los arroyos.
Ese velo del sueño
áureo de capilar urdimbre
dóblalo en oleaje de vaivén escueto
meridional hojaldre de tu lecho
y que tus pies, su impronta,
te recuerde
que los sueños caminan como sacerdotisas

Esa colcha de nupcias.



Carmen Blázquez (de Proceso)




El héroe con el ala,1905-Paul Klee-

viernes, 14 de marzo de 2008

El alma-M.LEIRIS// y retratada por F.BACON

Retrato de Michel Leiris,(¿de su alma?) por Francis Bacon
Se conocen en 1965




EL ALMA-

Un poco más tarde, cuando estaba en la escuela y tenía ya algunas nociones de cosmografía, tuve la siguiente representación del alma -aunque yo la considerara un puro fantasma, no dejaba de estar ligada indisolublemente a la idea que tenía de esa entidad- : uno de esos bizcochos secos y ligeros llamados colifichets que se colocan entre los barrotes de las jaulas y sirven de alimento a los pajaritos, atravesados por una larga aguja.

Es muy probable que esta imagen me la haya proporcionado la experiencia siguiente, descrita en un libro de geografía elemental que transcribo aquí tal como la recuerdo, sin preocuparme por verificar si la reproduzco o no con exactitud. A una masa de aceite suspendida en un líquido se la atraviesa con una aguja a la que se le da un fuerte movimiento de rotación. Arrastrada por la aguja, la masa de aciete, que al principio es casi esférica, sufre la acción de la fuerza centrífuga y se aplasta ligeramente, fenómeno gracias al cual podemos concebir lo que sucedió con la Tierra, que no es rigurosametne esférica sino deformada de una manera similar a como se deforma la masa de aceite debido a la rotación alrededor del eje de los polos. Si se hace rotar la aguja con suficiente rapides, la deformación se acentúa y, luego, una parte de la masa se separa y forma un anillo, como sucedió con Saturno.

Esta identificación del alma con un bizcocho para pájaros -o también con una crêpe atravesada igualmente por el medio- se fundaba, según pienso, en la creencia de la existencia sustancial de mi alma, que no podía imaginar sino como un cuerpo sólido, pero formado de una materia poco consistente y de forma bastante irregular, cuerpo anidado quizás en cualquier repliegue de mi cráneo aunque esencialmente aéreo o sin peso, relacionado con los pájaros (colifichet) o los murciélagos (crêpe blanda y extendida como alas de murciélagos, que se fríe en la sartén y reproduce -cerca de la oscuridad del horno, del humo grasiento y del hollín-una especie de vuelo torpe comparable al revoloteo oscuro de esos mamíferos nocturnos).


de Edad de hombre,iniciada en 1939, es una autobiografía obsesiva de Michel Leiris, París, 1901-1990,
Susan Sontag dijo de él: "Cuando escribe, Leiris debe sentir el equivalente a la certeza que tiene el torero de arriesgarse a una cogida. Sólo entonces merece la pena escribir"


jueves, 13 de marzo de 2008

Canción del jardinero inmóvil-FEDERICO GARCÍA LORCA-





Silencio de las hojas de Concepción Barcelona García


CANCIÓN DEL JARDINERO INMÓVIL


Lo que no sospechaste
vive y tiembla en el aire.

Al tesoro del día
apenas si tocáis.

Van y vienen cargados
sin que los mire nadie.

Vienen rotos, pero vírgenes
y hechos semilla salen.

Os hablan las cosas y
vosotros no escucháis.

El mundo es un surtidor
fresco, distinto y constante.

Al tesoro del día
apenas si tocáis.

Os veda el puro silencio
el torrente de la sangre.

Pero dos ojos tenéis
para remontar los cauces.

Al tesoro del día
apenas si tocáis.

Lo que no sospechaste
vive y tiembla en el aire.

El jardín se enlazaba
por sus perfumes estancados.

Cada hoja soñaba
un sueño diferente.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Los encuentros de un caracol aventurero-FEDERICO GARCÍA LORCA-


YouTube - funeral de una hormiga


Los encuentros
de un caracol aventurero.

Diciembre de 1918
(Granada)

A Ramón P. Roda.

Hay dulzura infantil
en la mañana quieta.
Los árboles extienden
sus brazos a la tierra.
Un vaho tembloroso
cubre las sementeras,
y las arañas tienden
sus caminos de seda
-rayas al cristal limpio
del aire-.
En la alameda
un manantial recita
su canto entre las hierbas.
Y el caracol, pacífico
burgués de la vereda,
ignorado y humilde,
el paisaje contempla.
La divina quietud
de la Naturaleza
le dio valor y fe,
y olvidando las penas
de su hogar, deseó
ver el fin de la senda.

Echó a andar e internose
en un bosque de yedras
y de ortigas. En medio
había dos ranas viejas
que tomaban el sol,
aburridas y enfermas.

"Esos cantos modernos
-murmuraba una de ellas-
son inútiles". "Todos,
amiga -le contesta
la otra rana, que estaba
herida y casi ciega-.
Cuando joven creía
que si al fin Dios oyera
nuestro canto, tendría
compasión. Y mi ciencia,
pues ya he vivido mucho,
hace que no lo crea.
Yo ya no canto más..."

Las dos ranas se quejan
pidiendo una limosna
a una ranita nueva
que pasa presumida
apartando las hierbas.

Ante el bosque sombrío
el caracol se aterra.
Quiere gritar. No puede.
Las ranas se le acercan.

"¿Es una mariposa?",
dice la casi ciega.
"Tiene dos cuernecitos
-la otra rana contesta-.
Es el caracol. ¿Vienes,
caracol, de otras tierras?"

"Vengo de mi casa y quiero
volverme muy pronto a ella".
"Es un bicho muy cobarde
-exclama la rana ciega-.
¿No cantas nunca?" "No canto",
dice el caracol. "¿Ni rezas?"
"Tampoco: nunca aprendí".
"¿Ni crees en la vida eterna?"
"¿Qué es eso?
"Pues vivir siempre
en el agua más serena,
junto a una tierra florida
que a un rico manjar sustenta".

"Cuando niño a mí me dijo
un día mi pobre abuela
que al morirme yo me iría
sobre las hojas más tiernas
de los árboles más altos".

"Una hereje era tu abuela.
La verdad te la decimos
nosotras. Creerás en ella",
dicen las ranas furiosas.

"¿Por qué quise ver la senda?
-gime el caracol-. Sí creo
por siempre en la vida eterna
que predicáis..."
Las ranas,
muy pensativas, se alejan.
y el caracol, asustado,
se va perdiendo en la selva.

Las dos ranas mendigas
como esfinges se quedan.
Una de ellas pregunta:
"¿Crees tú en la vida eterna?"
"Yo no", dice muy triste
la rana herida y ciega.
"¿Por qué hemos dicho, entonces,
al caracol que crea?"
"Por qué... No sé por qué
-dice la rana ciega-.
Me lleno de emoción
al sentir la firmeza
con que llaman mis hijos
a Dios desde la acequia..."

El pobre caracol
vuelve atrás. Ya en la senda
un silencio ondulado
mana de la alameda.
Con un grupo de hormigas
encarnadas se encuentra.
Van muy alborotadas,
arrastrando tras ellas
a otra hormiga que tiene
tronchadas las antenas.
El caracol exclama:
"Hormiguitas, paciencia.
¿Por qué así maltratáis
a vuestra compañera?
Contadme lo que ha hecho.
Yo juzgaré en conciencia.
Cuéntalo tú, hormiguita".

La hormiga, medio muerta,
dice muy tristemente:
"Yo he visto las estrellas."

"¿Qué son las estrellas?", dicen
las hormigas inquietas.
Y el caracol pregunta
pensativo: "¿Estrellas?"
"Sí -repite la hormiga-,
he visto las estrellas,
subí al árbol más alto
que tiene la alameda
y vi miles de ojos
dentro de mis tinieblas".
El caracol pregunta:
"¿Pero qué son las estrellas?"
"Son luces que llevamos
sobre nuestra cabeza".
"Nosotras no las vemos",
las hormigas comentan.
Y el caracol: "Mi vista
sólo alcanza a las hierbas."

Las hormigas exclaman
moviendo sus antenas:
"Te mataremos; eres
perezosa y perversa.
El trabajo es tu ley."

"Yo he visto a las estrellas",
dice la hormiga herida.
Y el caracol sentencia:
"Dejadla que se vaya.
seguid vuestras faenas.
Es fácil que muy pronto
ya rendida se muera".

Por el aire dulzón
ha cruzado una abeja.
La hormiga, agonizando,
huele la tarde inmensa,
y dice: "Es la que viene
a llevarme a una estrella".

Las demás hormiguitas
huyen al verla muerta.

El caracol suspira
y aturdido se aleja
lleno de confusión
por lo eterno. "La senda
no tiene fin -exclama-.
Acaso a las estrellas
se llegue por aquí.
Pero mi gran torpeza
me impedirá llegar.
No hay que pensar en ellas".

Todo estaba brumoso
de sol débil y niebla.
Campanarios lejanos
llaman gente a la iglesia,
y el caracol, pacífico
burgués de la vereda,
aturdido e inquieto,
el paisaje contempla.









lunes, 10 de marzo de 2008

Ángeles y espectros-C.Blázquez//Las Ansias, Friso de Beethoven

[...]-Si entras en la sala del Juego verás a los espectros, éstos juegan al bridge, y a los ángeles que juegan al póker

-Entonces, ¿qué hacer con este fresco esqueje de instinto que he traido del bosque?

-Iremos pues a la sala de las Estatuas, nada impide la substanciación de las Estatuas, tienen la muerte amortiguada, la piel apaciguada

-Están de pie, ¿por su propio pie?

-No te agregues, comparece

-Hay hombres y mujeres muy felices, pero ¿ y los otros?

-Ahí, también; míralos, dan al clamor su cometido en los orgasmos de los muertos. Son los que tomaron todo como un cuerpo de cristal, el cuerpo como un objeto erróneo, y cancelaron los dorados cantos. No admiten tu esqueje de instinto.

-Así pues, he de conmemorar mis pasos contigo, que sagaz supiste ser embudo.

-Volvamos a nuestras misivas afluentes, Tengo un diedro que desemboca en nosotros.

-Pero no llevas todo tú. Tú no llevas nada.

-Sí, lo que llevo es el crúor, horizontal como Las Ansias de Klimt.[...].


C.Blázquez de Líticas autointuiciones






Las Ansias, del Friso de Beethoven, Gustav Klimt

sábado, 8 de marzo de 2008

Samson und Delilah-In memoriam W.W.O







(In memoriam W.W.O.)


Yo titulé a tus ojos agonía
Ay de esos santos cielos en tus ojos
Ay de esos soles santos que te ciegan

Como tus sienes golpeadas
azul la palidez de las violetas

Son como tus ojos los azules
que descompone el prisma
de tus ojos desierto

Azul manifestado en azulejos portugales
azul que no se toma en alimento
azul que no se excreta por las glándulas

Azul que parpadea como un cepo
en mi agonía se titula ojos



C.Blázquez, de Palabra trigémina

Latitud del ábsit-C.Blázquez

Así como llamaste al aire
que suena a voz

y al fuego rubricante de la nigredo
fértil de la tierra adolescente

Así en ese barco
laceradas las velas
costado en llagas

alcanzarás la latitud del ábsit

Fulminadas las alegorías
provocarás tu vuelo
Entonces a Tí habrás vuelto. A Ti



Carmen Blázquez, de Palabra trigémina, septiembre 2004

- Mystic River - The Noose




YouTube - Mystic River - Sean, Is That My Daughter In There?


viernes, 7 de marzo de 2008

Así empieza Moby Dick-de HERMAN MELVILLE

"Llamádme Ismael. Hace unos años-no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un noviembre húmedo y lloviznoso; cada vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la hipocondría me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda deliberación a derribar metódicametne el sombrero de los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituvo de la pistola y la bala. Con floreo filosófico, Catón se arroja sobre su espada; yo, calladamente, me meto en el barco. No hay nada sorprendente en esto. Aunque no lo sepan, casi todos los hombres, en una o en otra ocasión, abrigan sentimientos muy parecdios a los míos respecto al océano.
Ahí tenéis la ciudad insular de los Manhattos, ceñida en torno por los muelles como las islas inidias por los arreicfes de coral: el comercio la rodea con su resaca. A la derecha y a izaquierda, las calles os llevan al agua. Su extremo inferior es la Batería, donde esa noble mole es bañada por olas y refrescada por brisas que pocas horas antes no habían llegado a avistar tierra. Mirad allí las turbas de contempladores del agua.
Pasead en torno a la ciudad en las primera horas de una soñadora tarde de día sabático. Id desde Corlears Hook a Coenties Slip, y desde allí, hacia el norte, por Whitehall. ¿Qué veis? Apostados como silenciosos centinelas alrededor de toda la ciudad, hay millares y millares de seres absortos en ensueños oceánicos. Unos apoyados contra las empalizadas; otros sentados en las cabezas de los atracaderos; otros mirando por encima de las amuradas de barcos arribados de la China; algunos, en lo alto de los aparejos, como esforzándose por obtener una visión aún mejor hacia la mar. Pero ésos son todos ellos hombres de tierra; los días de entre semana, encerrados entre tablas y yeso, atados a los mostradores, clavados a los bancos, sujetos a los escritorios. Entonces ¿cómo es eso? ¿Dónde están los campos verdes? ¿Qué hacen ellos aquí?
Pero ¡mirad! Ahí vienen más multitudes, andando derechas al agua, y al parecer dispuestas a zambullirse. ¡Qué extraño! Nada les satisface sino el límite más extremo de la tierra firme; no les basta vagabundear al umbroso socaire de aquellos tinglados. No. Deben acercarse al agua tanto como les sea posible sin caerse dentro. Y ahí se quedan: millas seguidas de ellos, leguas. De tierra adentro todos, llegan de avenidas y callejas, de calles y paseos; del norte, este, sur y oeste. Pero ahí se unen todos. Decidme, ¿les atrae hacia aquí el poder magnético de las agujas de las brujulas de todos estos barcos?.
Una vez más.Digamos que estáis en el campo; en alguna alta tierra con lagos. Tomad casi cualquier sendero que os plazca, y apuesto diez contra uno a que os lleva por un valle abajo, y os deja junto a un remanso de la corriente. Hay magia en ello. Que el más distraído de los hojmres esté sumergido en sus más profundos ensueños; poned de pie a ese hombre, haced que mueva las piernas, e infaliblemetne os llevará al agua, si hay agua en toda la región. En caso de que alguna vez tengáis sed en el gran desierto americano, probad este experimento, si vuestra caravana está provista por casualidad de un cultivador de la metafísica. Sí, como todos saben, la meditación y el agua están emparejadas para siempre. "[...]. Hermann Melville, de Moby Dick
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Para la audaz hija de Aquiles, de su amiga ballenerafogonera

martes, 4 de marzo de 2008

MICHEL LEIRIS-FRANCIS BACON-OSCAR DOMÍNGUEZ-de los toros

MICHEL LEIRIS-de Espejo de la tauromaquia-

"De la tauromaquia, que nos ofrecía el ejemplo de un arte trágico en el que todo descansa sobre una desviación y sobre la posibilidad material de una herida, hemos llegado al erotismo, donde todo sucede en el corazón mismo de una herida similar, si es cierto que en ninguna parte se manifiesta con tanto estrépito como en el acto amoroso el papel capital de una cierta plenitud desgarradora".




Francis Bacon-Estudio para corrida de toros nº1

Oscar Domínguez -La fiute du taureau-1939


Oscar Domínguez-Cabeza de toro-1941

Oscar Domínguez- Le taureau, 1950-Museo Thyssen-Bornemisza-Madrid

lunes, 3 de marzo de 2008

Vatel-G.Depardieu-Dir. Roland Joffé-2000

Vatel es el leal y devoto sirviente del orgulloso, pero cada vez más arruinado Príncipe de Condé. El príncipe necesita recuperar el favor del rey Luis XIV y espera que se le otorgue el mando de las tropas en una nueva campaña contra los holandeses.
Condé no se someterá a nadie excepto a su rey, aunque para esta ocasión pone a sí mismo y a su castillo en manos de Vatel, en la difícil tarea de recibir la totalidad de la Corte de Versalles en el castillo de Chantilly. Las fiestas durarán tres días y tres noches y como mínimo deben ser incréiblemente brillantes.
Para asegurarse el éxito, Vatel se pone al mando de un ejercito de sirvientes que trabaja incesantemente para sorprender, maravillar y satisfacer los deseos del rey. Vatel diseña fiestas temáticas, con menús extraordinariamente elaborados y espectáculos teatrales para el disfrute real.
En medio de esta actividad frenética, Vatel es seducido por Anne de Montausier muy próxima a la reina y objeto de deseo de Lauzun y del propio rey. Anne se entrega a Vatel quien, a pesar de su origen plebeyo, se ha convertido en el auténtico maestro de ceremonias.
Las fiestas están llegando a su fin. A juzgar por la reinante atmósfera y el buen humor, el éxito está cerca. Sin embargo, en la tarde del tercer día, el pesacdo para la cena no llega lo que provocará un catastrofe inesperada...


Vatel representa la fuerza del individuo, de la autoafirmación de las ideas propias. A su lado la bella Anne de Montausier descubre una pasión que su estrictae ducación le negaba. Y el tercer vértice del triangulo histórico lo representa Lauzun, un poequeño maquiavelo con peluca de bucles.


YouTube - Vatel 3


YouTube - Vatel 4


Suite de Amor-FRANCISCO PINO-

1
AMOR NACIENDO

Arpa
deshojándose


2
AMOR EN CONCEPCIÓN

Timbal
no hay clámides


3
AMOR CONSTANTE

Violín
¡qué estela!


4
AMOR SIN SOL

Platillos
bodas blancos


5
AMOR OSCURO

Lira
clavicémbalos


6
AMOR A TUMBA ABIERTA

Su silencio
esa orquesta


y 7
AMOR

Ese tobillo
el Himalaya

arrodillándose

con cítaras laúdes alabadle

Transmutación-FRANCISCO PINO(Valladolid 1910-2002)

Escarcha tuya
brasa
de pronto
siento
que me ha besado
tu muerte
soy
relámpago

sábado, 1 de marzo de 2008

EL CERO-C.Blázquez

EL CERO: Variedad de latigazo que contiene en sí el máximo dolor, y es tal su capacidad de absorbencia, que cuando se traza, todo desaparece alrededor, incluso el azotador; es por esta doble potencia de su cualidad, por la que es el más grande enemigo del Uno, del Andrógino.


C.Blázquez, de Líticas Autointuiciones.